Mirada Global
Crimea en la antigüedad
28 de Marzo de 2014
Daniel Raisbeck |
En Crimea, la oscilación entre la libertad política y la autocracia y la lucha entre poderes occidentales y orientales por el control de la península son de vieja data.
La zona del Mar Negro fue colonizada en el siglo VII antes de Cristo (a.C.)* por las ciudades-estado (poleis) griegas, las cuales habían urbanizado gran parte de las costas del Mediterráneo durante el siglo anterior (O. Murray, Early Greece, p. 102-104).
La ciudad griega-jónica de Mileto, de por sí una colonia minoica en la costa egea (hoy parte de Turquía), colonizó la zona del Bósforo hasta la desembocadura del Danubio en el Mar Negro. También estableció colonias en la costa sur de la Rusia actual y en Crimea (Táurica o Tauris para los griegos), fundando en el oriente de la península la ciudad de Panticapea (actual Kerch), la cual controla el ingreso al Mar de Azov (Murray, 104).
No obstante, fueron los ciudadanos de Heraclea Póntica, ciudad griega-dórica en la costa norte de Bitinia (Turquía), quienes fundaron la ciudad de Quersoneso cerca de la Sebastopol moderna (E. Hovell Minns, Scythians and Greeks, p. 515).
Las ciudades griegas de Crimea perdieron su independencia en el 480, cuando una familia de nobles milesianos, los archaeanactidae, según el historiador Diodoro Sículo, estableció una monarquía en la península: el Reino del Bósforo. Su gobierno duró hasta el 438, año en el cual un tirano greco-escita llamado Espartaco (un nombre tracio) fundó una nueva dinastía (A. Moreno, Feeding the Democracy: the Athenian Grain Supply in the Fifth and Fourth Centuries BC).
Sus descendientes (los espartácidas) gobernaron Crimea hasta el final del segundo siglo a.C. y mantuvieron vínculos muy cercanos con Atenas, la más poderosa de las poleis griegas tras liderar la derrota del Imperio Persa en el 479. De hecho, los atenienses, tras establecer su imperio naval en el Mar Egeo, vinieron a depender del grano de Crimea para su alimentación y de la abundante madera de la zona para la construcción de sus barcos.
En el 405, la derrota naval de Atenas ante Esparta en el Helesponto (Egospótamos) cerró su acceso a Crimea. Esto precipitó la rendición de la democracia ateniense en la brutal Guerra del Peloponeso (431-404).
En Crimea, el vacío de poder que se dio tras el declive de la dinastía espartácida fue llenado por el rey del Ponto, Mitrídates VI (164-63), un autócrata oriental (pero helenizado) que, a la Vladimir Putin, expandió su poder al invadir la península y dominar sus recursos naturales -madera, hierro, cobre y plata- y su considerable mano de obra.
La conquista de Crimea fue importante, ya que los antecesores de Mitrídates habían expandido el reino del Ponto, creado sobre las ruinas del Imperio de Alejandro Magno (356-323) en la costa suroriental del Mar Negro, hacia Capadocia en el sur y Paflagonia en el occidente (Boatwright, Gargola y Talbert. The Romans: from Village to Empire).
Mitrídates, claramente ambicioso y de gran vitalidad, buscaba expandir su territorio hacia la costa de Asia Menor. No obstante, se encontró con el formidable poder de la República Romana, la cual había heredado el territorio del Rey Átalo III de Pérgamo (Turquía) en el 129 y creado ahí la provincia de Asia.
Entre el 88 y el 63, las guerras mitridáticas dominaron la política exterior de la República, y durante su transcurso ocurrieron hechos sin paralelo en la historia romana.
Mitrídates, tras derrotar a tres generales romanos con su espléndida caballería, masacró a 80.000 romanos en Asia. El rey luego invadió Grecia, de donde fue expulsado por Lucio Cornelio Sila. En el 71, los romanos incursionaron por primera vez en Mesopotamia y, en el 66, le otorgaron el poder absoluto en Asia a un general, Cneo Pompeyo (Magno), para vencer por fin a Mitrídates. Derrotado, el rey huyó hacia Crimea, donde intentó reconstruir su poder. Murió ahí en el 63 con sus tropas en rebelión.
La derrota final de Mitrídates le permitió a Pompeyo capturar Jerusalén en Judea (63) tras la anexión de Siria al Imperio Romano, el cual controló Crimea hasta el tercer siglo después de Cristo.
Los territorios que se disputaron Roma y Mitrídates todavía son de la máxima importancia geoestratégica. Si Putin se asimila al Rey del Ponto, Occidente carece de un Pompeyo Magno.
* Todas las fechas se refieren a años antes de Cristo (a.C.).
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