Especiales / Educación Superior
La educación continua, un modelo de desarrollo
25 de Mayo de 2017
César Tulio Ossa Ramírez
Director de la Dirección de Educación Continua
Pontificia Universidad Javeriana
La orientación en la educación ha estado basada en el desarrollo de las competencias, siendo esta una de las estrategias más eficaces en la construcción de contribuir a enfrentar, desde la academia, las exigencias del siglo XXI. Tales retos entendidos como las habilidades y conocimientos que deben desarrollar las futuras generaciones para crear aportes de transformación social en el mundo actual. Es así como surge en nuestras universidades la necesidad de globalizar y hacer más accesibles los programas académicos mediante alianzas estratégicas, nuevas herramientas tecnológicas y metodologías pedagógicas innovadoras.
Esta necesidad nos lleva a valorar la existencia de diferentes tipos de conocimientos, a compartir la información y a utilizar herramientas tecnológicas, no solo para el conocimiento, sino para desarrollar valores humanos.
En este sentido, la educación continua debe ir más allá, rompiendo barreras y llevando la oferta académica a todas las regiones de Colombia. Sabemos que la demanda en educación muchas veces sobrepasa la oferta académica de las universidades. Por ello, se debe trabajar fuertemente para que la calidad de los programas cada vez sea mejor, con muchas más facilidades de acceso y siendo parte activa de la solución a la problemática educativa que se vive en las regiones del país.
El papel de las instituciones
Las universidades debemos hacer un gran esfuerzo para que la calidad académica sea la misma en cualquier zona del país, debemos garantizar los mismos profesores y la igualdad de contenidos.
Una de las grandes características que posicionan la educación continua son los cursos de capacitación, talleres, seminarios, workshop y diplomados, ya que son más específicos y responden de manera directa y rápida a la demanda de las instituciones, organizaciones y colaboradores de grandes compañías.
Por todo lo anterior, existe un gran reto con las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alcance, para fortalecer una educación diferente y tener una accesibilidad para todos. Una gran opción es la educación virtual, que tiene más exigencia y compromiso que la presencial. Es claro para todos que la educación virtual está ayudando a muchas personas a creer nuevamente en que existen oportunidades que sobrepasan las brechas económicas y geográficas.
Si queremos cambiar este país, debemos hacer una apuesta diferente: acortar la brecha digital, democratizar el conocimiento y orientar a estas nuevas generaciones hacia un liderazgo cambiante.
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