“PretorIA aspira a mejorar la calidad de intervención y participación humana”

Como parte de un proyecto de investigación en el desarrollo de tecnología para la justicia adaptada a la realidad local, la Corte Constitucional presentó PretorIA, hace dos meses. Este es un sistema que se integra al ecosistema de soluciones digitales que apoyará y optimizará el proceso de selección, análisis y estructuración de las sentencias de tutela para revisión de este alto tribunal. Y también, afirman sus promotores, es el resultado de un proceso de liderazgo transformacional, centrado en la transparencia, la independencia y la innovación, que propende por la seguridad jurídica y la protección de los derechos fundamentales.

 

ÁMBITO JURÍDICO habló con el presidente de la Corte Constitucional, Alberto Rojas Ríos, para que explicara el proceso que existió detrás del desarrollo de PretorIA y las funcionalidades de la herramienta que apoyará la selección de tutelas.

 

ÁMBITO JURÍDICO: Explíquenos las principales características de la herramienta tecnológica PretorIA, ¿cómo funciona?

 

Alberto Rojas Ríos: PretorIA es un sistema inteligente que auxilia en el trámite de la eventual revisión que realiza la Corte Constitucional. Facilita la categorización y búsqueda de información en los millones de folios que debe analizar la Corte, lo cual fortalece el proceso de selección de tutelas.

 

Le explico con mayor nivel de detalle, PretorIA apoya en: (i) buscar información, esto es, ubicar en cada expediente datos que se han estimado como de interés para la selección, como es saber si un caso corresponde a la situación de sujetos en condiciones de vulnerabilidad o si se trata de un caso relacionado con la falta de entrega de medicamentos o de servicios en salud. Además, (ii) la clasifica según criterios previamente fijados por la corporación, de tal forma que sea posible agrupar los casos e identificar patrones en la vulneración de derechos fundamentales en el país, para determinar la necesidad de intervenir en asuntos que realmente pueden tener injerencia en la sociedad en un momento concreto. Igualmente, (iii) elabora automáticamente resúmenes acerca de los criterios en las sentencias y (iv) genera informes estadísticos, que brindan a los funcionarios judiciales una visión integral sobre la acción de tutela, así como del contexto en el que tuvo lugar.

 

Á. J.: ¿Qué se aprendió de Prometea? ¿Son dos sistemas completamente distintos?

 

A. R. R.: Prometea es la experiencia que sirvió de base para PretorIA. Es un desarrollo pionero incubado y desarrollado por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que luego se expandió a partir de la creación del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires. Estos sistemas se basan en algoritmos “cajas blancas”, lo que significa que son explicables y auditables en todo su ciclo de vida y que es posible saber cómo realizan las clasificaciones y cuáles son las variables que intervienen, asunto fundamental en la implementación de estas herramientas para el sector justicia. Este enfoque, más una exitosa implementación que ha sido documentada por organismos internacionales, nos llevaron a optar por esta alternativa. 

 

En el 2019, se realizó una prueba de concepto de Prometea, que permitió confirmar su pertinencia para las necesidades de la Corte. A partir de allí, comenzó una nueva etapa, ejecutada conjuntamente con las universidades de Buenos Aires y del Rosario, para desarrollar una herramienta para la Corte. Esta fue posible gracias al apoyo de la Alianza de Liderazgo Transformacional para el Sector Justicia, integrada por 11 entidades del sector privado y de la sociedad civil. Una vez logramos la suficiente madurez en este desarrollo, decidimos rebautizar al proyecto como “PretorIA”, que hace alusión al “Pretor”, auxiliar de la justicia, pero con un componente femenino.

 

Á. J.: ¿Cómo y cuándo se realizará la implementación de este sistema?

 

A. R. R.: Ya empezó, pero será un despliegue gradual. Para que PretorIA funcione se requiere que la información se encuentre en medio digital, por eso, el primer paso es implementar exitosamente la remisión electrónica de tutelas por parte de los juzgados del país, la cual comenzó en el país el 31 de julio. Debemos revisar la calidad de la información recibida, particularmente cuando lo que se remite son documentos escaneados. Luego empezará la etapa de prueba y verificación de la herramienta con quienes trabajan en la Corte, para que se puedan controlar las tasas de acierto e identificar los ajustes que se requieran. Una tercera etapa consiste en que PretorIA auxilie los procesos, con énfasis en las tutelas en salud, que es donde se ha concentrado la mayor parte de las funcionalidades.

 

La idea es que con el tiempo PretorIA se amplíe a otros derechos y se adapten nuevas funcionalidades, en las que se tendrán en cuenta los ajustes que la propia labor de selección vaya requiriendo. Para esto, se conformó un grupo de inteligencia artificial en la corporación integrado por dos científicas de datos y dos programadores.

 

Á. J.: ¿Por qué los criterios de categorización y la generación de estadísticas estarán disponibles inicialmente para las sentencias de salud?

 

A. R. R.: A la hora de implementar sistemas inteligentes es clave comenzar por criterios que representan un alto volumen de trabajo y, al mismo tiempo, que resulten de gran impacto a la hora de proteger los derechos fundamentales de las personas. El derecho a la salud es uno de los más sensibles, más reclamados a través de la acción de tutela y en el que se presentan casos reiterados en los existe una jurisprudencia consolidada por la corporación. Estos factores eran favorables para la implementación de un primer proyecto de sistemas inteligentes, que, a su vez, lograra un impacto importante en la sociedad.

 

Á. J.: ¿Se desplazan los criterios objetivos y/o subjetivos de selección de tutelas con la implementación de PretorIA?

 

A. R. R.: No. Los criterios objetivos, subjetivos y complementarios establecidos en el reglamento de la Corte siguen vigentes. PretorIA será una herramienta que ayudará a aplicarlos de una manera más ágil y precisa.

 

La combinación con búsqueda de características y palabras claves en las sentencias podría ayudar a identificar casos que se estén apartando del precedente o situaciones novedosas que ameriten la intervención del juez constitucional, lo que fortalece la seguridad jurídica y la posibilidad de garantizar la justicia material. Por ejemplo, PretorIA podría ayudar a identificar casos relacionados con el covid-19 desde el mismo momento en que se cargan al sistema. Sin PretorIA este panorama solo podría obtenerse luego de un proceso de lectura y registro manual de la información realizado por los funcionarios y empleados de la Corte.

 

Á. J.: ¿Qué cambios en la elaboración de las sentencias desde los juzgados se requieren para que el sistema opere bien?

 

A. R. R.: No se requiere de una infraestructura específica distinta a la que se usa para las funciones cotidianas del despacho. Lo importante es que las sentencias se guarden en formatos electrónicos que permitan la lectura de texto. No es necesario imprimir las sentencias para firmarlas y luego escanearlas, pues la normativa actual autoriza que estas puedan tener firmas escaneadas, digitalizadas o electrónicas, según la disponibilidad de los medios tecnológicos.

 

El sistema PretorIA es compatible con cualquier forma de digitalización de sentencias. No obstante, es importante recordar que el Consejo Superior de la Judicatura estableció en un Acuerdo reciente que los documentos escritos se deben guardar preferiblemente en formato PDF, lo que contribuye a la estandarización de la información electrónica.

 

Á. J.: ¿Ya no habrá participación humana en el procedimiento de selección de tutelas?

 

A. R. R.: Por el contrario, PretorIA aspira a mejorar la calidad de intervención y participación humana. La responsabilidad en la elección de un proceso de tutela siempre será de los magistrados encargados de la sala de selección. Los sistemas inteligentes no pueden reemplazar las normas que atribuyen competencia a los funcionarios y magistrados, son simplemente herramientas que apoyan las tareas judiciales.

 

El protagonismo siempre es de la voluntad y la inteligencia humana. En esa medida, el sistema PretorIA solo apoya la tarea de la sala de selección, puntualmente en lo que tiene que ver con el manejo, análisis e identificación de expedientes de tutela. PretorIA es una herramienta supremamente útil, pero solamente es eso, una herramienta, los funcionarios de la Corte y los magistrados de la Sala son los únicos responsables de la labor. PretorIA no es un sistema que desplace al servidor judicial, está a su servicio para ayudarlo a hacer las tareas que necesita.

 

Á. J.: Frente al derecho comparado, ¿somos pioneros en el mundo o en Latinoamérica en usar esta tecnología?

 

A. R. R.: Existen algunas experiencias en la implementación de nuevas tecnologías en la Rama Judicial, pero son recientes y muy focalizadas. En Latinoamérica, apenas se está empezando a recorrer ese camino. Tenemos la oportunidad de ir a la vanguardia. PretorIA es un gran paso que abre una puerta para avanzar en otros ámbitos de la Rama Judicial que pueden apoyarse en el uso de nuevas tecnologías: la automatización de tareas rutinarias, el fortalecimiento de las relatorías, la generación de información estandarizada sobre los procesos, la clasificación de información para contar con estadísticas sobre el funcionamiento de la justicia.

 

Finalmente, quiero resaltar que estos no son procesos que se hagan de un día para otro ni por una sola persona. Llegar hasta este punto solo fue posible por el liderazgo continuado de las presidencias de los magistrados Luis Guillermo Guerrero, Alejandro Linares y Gloria Ortiz, que ahora me ha correspondido continuar. Sin los aportes de cada una y el respaldo de la Sala Plena al proyecto de modernización de la Corte, no hubiera sido posible contar con los cimientos tecnológicos que nos han permitido funcionar en el marco de la emergencia sanitaria ni llevar a buen puerto PretorIA, proyecto del cual nos sentimos muy orgullosos.