“Colombia sigue siendo una de las joyas de Latinoamérica para la inversión de capital”

Juan Camilo Rivadeneira Vélez

Redactor ÁMBITO JURÍDICO

 

Hace unas semanas, la firma DLA Piper Martínez Beltrán realizó, en el Gun Club de Bogotá, un importante y exitoso evento con panelistas expertos y socios internacionales para discutir temas de actualidad relacionados con las tendencias mundiales sobre fusiones y adquisiciones (M&A, por su sigla en inglés).

 

ÁMBITO JURÍDICO conversó sobre estos temas con Francisco Cerezo, experto en la materia y director de la práctica latinoamericana de DLA Piper y socio de la oficina en Londres (Reino Unido), quien tiene una amplia y destacada experiencia mutijurisdiccional en servicios corporativos y financieros.

 

Cerezo, apasionado por los modelos disruptivos de inteligencia artificial que optimizan procesos para los bufetes de abogados, despejó varias dudas acerca de las repercusiones que han tenido los procesos de fusiones y adquisiciones empresariales en EE UU, en el contexto latinoamericano y en el sector legal.

 

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Qué ha pasado recientemente en relación con las dinámicas de las fusiones y las adquisiciones empresariales?

 

Francisco Cerezo: Hubo una merma en la actividad de compra y venta de empresas en EE UU, principalmente, por la reforma fiscal que adelantó la administración del presidente Donald Trump y, por esa razón, las grandes empresas americanas estaban a la expectativa de las implicaciones de este suceso en el sector. Una vez se aprobó esta reforma, que generó unos importantes recortes fiscales para el sector privado, las compañías empezaron a generar distintas transacciones e inversiones, las cuales tenían en pausa. En cuanto al contexto latinoamericano, la región es muy activa y sigue aportando mucho en estos temas que son de vital importancia para la economía. Se debe reconocer que esta región no es monolítica, entonces la naturaleza de las oportunidades a nivel geográfico, de sector y de perfil del cliente varían drásticamente. Ahora bien, Colombia sigue siendo una de las joyas de la región. Los extranjeros ven a este país como una oportunidad positiva para efectuar distintas inversiones de capital, pues ofrece seguridad extraordinaria y confianza en su marco regulatorio.

 

Á. J.: ¿Continúa la tendencia y la consolidación de fusiones y adquisiciones entre firmas de abogados o también ha tenido una pausa?

 

F. C.: Efectivamente, hemos encontrado que este fenómeno sigue creciendo a nivel global. Ciertamente, en EE UU ha tenido un gran auge y desarrollo. Mucha de esta consolidación, es necesario explicar, responde a que dentro de los 50 Estados que conforman dicho país, un sinnúmero de ciudades importantes tenían dos, tres o cuatro bufetes grandes y, a medida que fue llegando la globalización y la interconectividad, estos se han tenido que ir reposicionando para ser competitivos en todo el país. Entendieron, de esta forma, que ya no era suficiente tener un poder dominante a nivel local o regional. Después, y con esta misma dinámica, las firmas de abogados del país del cono norte han visto la necesidad de consolidarse en Europa. Igualmente, vale la pena aclarar que este mismo concepto se ha empezado a aplicar en Latinoamérica, de tal forma que puedo anticipar, de manera un poco profética, que esta dinámica que se ve actualmente en cuanto a fusiones de firmas de abogados continuará, ya sea de manera positiva y hábil o dando pasos en falso.

 

Por eso, para no dar estos pasos falsos, recomiendo, fundamentalmente, fijarse bien en la base de clientes y los posibles conflictos que pueden existir en este modelo de negocio. De ahí que todo debe estar alineado, en términos de nivel de cultura, visión geográfica y de prácticas comerciales y empresariales, así como de enfoque de mercado-capital y de financiamiento. Hay tantos factores en este tema que sería imposible enumerarlos todos. Distintos bufetes han sido mucho más hábiles en la ejecución de esa visión que otros que se han lanzado y no tuvieron en cuenta estos factores debidamente, lo cual hace la diferencia entre una buena o una mala experiencia.

 

Á. J.: ¿La disrupción tecnológica ha facilitado los procesos de debida diligencia?

 

F. C.: Claro que sí. Nosotros, desde la firma, ponemos mucho énfasis en el desarrollo integral de las nuevas tecnologías, pues entendemos este campo como una herramienta efectiva para facilitar sistemas internos y también de colaboración con el cliente, puntualmente en el tema de debida diligencia. Incluso, somos un bufete pionero en un software de inteligencia artificial que se llama kira. Esta herramienta, de apoyo para los abogados, realiza búsquedas en miles y miles de documentos legales de distintas materias del Derecho y analiza contratos en unos tiempos muy cortos comparados con los métodos tradicionales, reduciendo costos para el mercado legal y eliminando el error humano. Con este ejemplo, quiero decir que la eficiencia que trae la tecnología ayuda muchísimo tanto a los objetivos de la firma como a los intereses de los clientes.

 

Á. J.: ¿Cómo manejar el tema de recursos humanos en este sector?

 

F. C.: Es una excelente pregunta, pues incluso existe toda una industria, expertos y consultores que se dedican solamente a estas operaciones. A veces, los empresarios se enfocan exclusivamente en sumar ingresos, productos y capitales a sus compañías, lo cual, a mi juicio, es un modo medio simple de ver las cosas, pero no se fijan en otros elementos importantísimos para estos procesos, como, por ejemplo, la cultura organizacional, las líneas de negocio y el enfoque geográfico, entre otros. No tener en cuenta estos elementos trae resultados totalmente negativos en la etapa de preadquisición, lo cual puede llevar, incluso, a que no se termine realizando la transacción, pues resulta siendo una mala y desmotivante idea de negocio. Todo esto quiere decir que las operaciones más exitosas se anticipan a todos estos temas y, de esta forma, logran minimizar cualquier margen de error, que se traduce, básicamente, en despidos de personal. Y es que nunca nadie quiere que estos casos de consolidación empresarial haya un desplazamiento humano. 

 

Á. J.: ¿Y qué tanto afectan las reformas tributarias?

 

F. C.: Las transacciones serias contemplan y consideran el componente fiscal desde el primer día y, así mismo, su viabilidad. Esto no quiere decir que todo gire alrededor solamente de los temas fiscales, pero es fundamental y es una prioridad. Una reforma tributaria que pueda haber en EE UU, Europa o en Colombia, así como un tratado tributario o los mismos pactos regionales, siempre deben tenerse en cuenta, y justo desde el comienzo, para optimizar la eficiencia y la viabilidad de la transacción. Tener presente el componente fiscal, tanto a nivel local, regional y global, puede hacer toda la diferencia del mundo entre una operación muy exitosa y una que termine siendo muy floja en términos económicos.

 

Á. J.: ¿Cómo le ha ido en esta área de trabajo a la firma DLA Piper?

 

F. C.: Para nosotros, esta es un área de gran importancia y dominante en nuestro porafolio. Por eso, hemos sido elegidos, de acuerdo con diferentes estudios de mercado, como el bufete número uno a nivel global en estos temas de adquisiciones y fusiones. Lo cierto es que nos hemos convertido en una figura fuerte en el sector, no solamente en el mercado global, sino también en Latinoamérica y en Colombia, país donde sus líderes han hecho un trabajo extraordinario.

 

En lo personal, tuve la oportunidad de realizar una transacción muy grande y multijurisdiccional en el sector de seguros, de la cual no puedo dar nombres, y que se llevó a cabo en Asia, EE UU y en América Latina. Así mismo, tuve la oportunidad de participar en la venta de una compañía de telefonía en Centroamérica. En Colombia, hemos estado evaluando varios temas del sector de la construcción. Por otro lado, a nivel de grupo, nos encontramos estudiando, de manera muy activa, el área de las alianzas público privadas, con prácticas formidables e importantes proyectos a nivel regional. Todas estas transacciones han sido las más notables que he podido liderar.

 

Á. J.: Finalmente, ¿con el surgimiento de las ‘startups’ o empresas de emprendimiento ya se empieza a ver una nueva dinámica en estos procesos?

 

F. C.: Totalmente, este tema es muy interesante. No para decirles que nosotros somos fantásticos en todo, pero sí es un área clave e importante para nuestra firma, en la cual hemos destinado importantes recursos económicos, a tal punto que ya contamos con un programa que se llama Nest (nido), que es un servicio que proveemos, y que no cualquiera cualifica, porque nosotros hacemos nuestra propia debida diligencia, que efectivamente sean startups, pues buscamos que sean empresas interesantes para el sector, serias, empoderadas y que tengan un excelente plan de acción.

 

Obviamente, entendemos que sus recursos sean más limitados al comienzo para invertir en servicios profesionales o en consultores, entonces los representamos y los ayudamos para que arranquen a unos costos reducidos, toda vez que entendemos que todas estas compañías no terminan siendo Google ni Amazon, pero es una apuesta de emprendimiento de la cual pueden salir ideas brillantes y sobresalientes, que nadie había pensado en su momento, que es algo que también siempre hemos hecho como marca, que va en nuestro ADN, pues cambiamos el modelo tradicional de los bufetes de abogados a nivel global.