Existen riesgos cuando los usuarios abordan articulados o alimentadores con sobrecupo, pues el hacinamiento incrementa la posibilidad de que se sufran accidentes y representa un peligro para su seguridad y la de sus bienes, señaló el Consejo de Estado al ordenarle a Transmilenio que instale censores para controlar el sobrepeso. El pronunciamiento lo hizo el alto tribunal al fallar una acción popular en contra de la empresa, interpuesta por vulnerar el derecho a la salubridad y seguridad pública. Entre otras órdenes, la transportadora deberá, en un plazo de seis meses, poner en marcha un plan, con su respectivo cronograma de ejecución, que contrarreste la problemática de inseguridad y sobrecupo en los buses. Además, se ordenó a la Secretaría de Movilidad de Bogotá que en un plazo de seis meses realice los estudios técnicos para establecer la capacidad y el número máximo de personas que puede abordar cada uno de los buses alimentadores y articulados de Transmilenio, con el fin de garantizar la calidad del servicio y la seguridad de los usuarios (C. P. María Claudia Rojas Lasso).