El presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó este miércoles una ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de homosexuales extranjeros y de solteros procedentes de países donde son legales las uniones entre personas del mismo sexo.

La nueva norma, criticada por varios países europeos, había sido aprobada unánimemente, a finales de junio, por las cámaras del Parlamento ruso.

El texto legal también simplifica el procedimiento de adopción, al disminuir de 30 a 10 días el plazo de entrada en vigor de la decisión judicial, y reduce el número de enfermedades que le impiden a una pareja adoptar a un niño.

Así mismo, incrementa de 13.000 rublos (400 dólares) a 100.000 rublos (unos 3.120 dólares) el subsidio por cada niño, que el Estado les concede a las familias que acojan huérfanos inválidos o mayores de siete años.

El gobierno ruso advirtió que, antes de firmar nuevos acuerdos bilaterales de adopción con ciertos países, tendrá en cuenta si estos han aprobado por ley el matrimonio homosexual.

Precisamente, España, el tercer país que más adopta niños rusos, después de Italia y EE UU, y donde están permitidas las uniones homosexuales, está negociando la firma de un acuerdo bilateral desde el pasado año.

De otro lado, Rusia se propone retirarles la licencia a las agencias de adopción internacional que formalicen la acogida de un menor ruso por una familia homosexual o de personas con una “orientación sexual no tradicional”.

Vale la pena recordar que, hace seis meses, comenzó a regir en ese país una norma que restringe la entrega de niños rusos a estadounidenses. Además, el pasado 11 de junio, el legislativo aprobó un proyecto de ley que prohíbe publicitar las “relaciones sexuales no tradicionales”.

Con información de RIA NOVOSTI