La regulación tarifaria especial del servicio público de aseo, atendiendo sus especiales particularidades, no considera la medición individual para la determinación de la tarifa a pagar por cada suscriptor, sino por parámetros generales de producción de residuos por suscriptor o de medición de residuos por áreas de prestación, entre otros.

Para efectos de facturación y cobro del servicio en aquellos inmuebles que, siendo jurídicamente una sola unidad habitacional, se han dividido materialmente en varias unidades, la regla general en materia del servicio público domiciliario de aseo es que dicho inmueble debe contar con la factura respectiva, correspondiente al único contrato que exista.

La excepción a esta regla se presenta cuando en un mismo inmueble existen diversas unidades independientes productoras de residuos, pues en este caso a cada una de ellas se le da tratamiento de suscriptor y, por lo tanto, resulta válido que la facturación se emita de forma individual por cada una de ellas.

Así las cosas, si dentro de un mismo inmueble existen varias unidades habitacionales y/o independientes, en las que se distingan claramente los usuarios individuales, por cuanto cada unidad genera sus propios residuos sólidos, el prestador del servicio de aseo podrá realizar la facturación por cada unidad, a pesar de que se trate de un solo inmueble.

Para llegar a esta conclusión, el prestador puede hacer uso de mecanismos tales como visitas, constatación de la instalación individual de otros servicios públicos domiciliarios que cuenten con acometidas independientes, así como cualquier otro que le permita establecer la existencia de más de una unidad habitacional en un mismo inmueble.