Frente al proyecto de equilibrio de poderes y reajuste institucional presentado por el Gobierno, el procurador Alejandro Ordóñez descalificó la propuesta de que el jefe del Ministerio Público sea elegido de una terna presentada por el jefe de Estado, pues considera que ello conllevaría a un “desequilibrio de poderes”. Indicó que lo que la Constitución de 1991 quiso imprimirle al organismo que él dirige fue independencia, y que esta se vería seriamente afectada si la iniciativa tiene éxito, pues el Procurador General, dice, pasaría a ser un subordinado más del Gobierno de turno; actuaría como uno de sus ministros, subrayó. Ordóñez dice que “sería un escándalo” que fuera el vigilado quien designara a quien lo vigila, para concluir que “como alguna vez lo dijo Álvaro Gómez Hurtado, eso que llaman el régimen, lo está cooptando todo”.