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Ley australiana reconoce el “sexo indeterminado”: Tribunal Supremo
02 de Abril de 2014
El Tribunal Supremo de Australia afirmó que la Ley de Registro de Nacimientos, Defunciones y Matrimonios reconoce que una persona puede no corresponder a los géneros masculino o femenino, es decir que existe una mención expresa a las “ambigüedades” en este sentido.
El caso analizado se refiere a una persona que nació con los órganos reproductores masculinos y, en 1989, se sometió a un “procedimiento de afirmación sexual”. Posteriormente, el Registrador se negó a tramitar la modificación en el documento de identidad del demandante, en el que indicó que su condición sexual era “no especificada”.
El tribunal recordó que, de acuerdo con la ley de registros, los procedimientos de afirmación sexual buscan ayudar a una persona a ser considerada como un miembro del sexo opuesto o corregir o eliminar ambigüedades relativas a su sexo.
Según el fallo, la función del Registrador es, principalmente, inscribir la información facilitada por los miembros de la comunidad, para lo cual la ley prevé expresamente la forma de verificar los datos suministrados. Además, el poder de decisión del Registrador es limitado, pues ni la ley ni los reglamentos sugieren que su función se extiende a la realización de juicios morales o sociales.
Así mismo, indicó que el poder decisorio del funcionario no se extiende a la resolución de cuestiones médicas o a la formación de una opinión sobre el resultado de un procedimiento de afirmación sexual, y concluyó que la Ley contra la Discriminación 1977 debe aplicarse en un contexto de reconocimiento legislativo expreso de la existencia de personas de “sexo indeterminado”.
Argumentos del Registrador
El Registrador sostuvo que la ley no contempla una amplia gama de categorías de sexo, adicionales a los sexos opuestos de hombre y mujer.
Concretamente, señaló que la definición de “procedimiento afirmación sexual” sugiere un proceso de búsqueda para convertirse en hombre o mujer, dado que su propósito es “ayudar a una persona a ser considerada como un miembro del sexo opuesto”. Por ello, concluyó que hablar del sexo opuesto es necesariamente hablar solo de hombres o mujeres.
Finalmente, argumentó que aceptar más de dos categorías de sexo acarrearía una “confusión inaceptable”, al afectar otras leyes que suponen división binaria del sexo.
Consulte aquí la sentencia del Tribunal Supremo de Australia
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