La Corte Suprema de Justicia determinó que el hecho de que el juez libre la orden que termina siendo decisiva para la comisión de un fraude no lo hace responsable penalmente de esos hechos. Así, revocó la condena de peculado culposo impuesta a la titular de un despacho laboral que autorizó el retiro de depósitos judiciales por $ 1.100 millones a nombre del Invías, por medio de poderes falsos que fueron presentados por un abogado. En este caso, indicó, la complicidad del juzgado se dio por responsabilidad exclusiva de uno de los empleados de esa oficina; para la Sala, no es dable concluir falta del debido cuidado por parte de la procesada, al no prever el fraude, pues la experiencia demuestra que no es razonable considerar que el titular del despacho pueda controlar todos y cada uno de los detalles de los procesos que se cumplen en su oficina (M. P. Gustavo Enrique Malo).