Desde el pasado 31 de agosto, más de 800 mil estudiantes de colegios públicos de Bogotá no tienen atención en caso de que ocurra un accidente, pues el convenio suscrito entre las secretarías de Educación y Salud, que permitía brindar la atención médica necesaria, no fue renovado y su última adición fue en el año 2011, por $ 330 millones. La situación se puso en evidencia con un niño de 11 años de edad que, luego de sufrir un accidente en el colegio, no recibió atención médica adecuada ni pudo ser llevado a la EPS, pues la empresa donde labora el padre del menor no había realizado los respectivos aportes, lo que generó un riesgo en la salud, integridad y vida del alumno. El ente de control pudo determinar que no se han realizado los trámites pertinentes para la renovación del acuerdo.