La Corte Suprema de Justicia cree lesionada su imagen por la forma como el Consejo de Estado describió la postulación de Pedro Munar y Francisco Ricaurte como candidatos al Consejo Superior. Para el alto tribunal, los calificativos usados en los fallos en los cuales declaró nula la elección de los magistrados de la Sala Administrativa fueron, a su juicio, “injustos e innecesarios”. “Cualquier intento por adquirir una coyuntural notoriedad mediática a costa de lesionar la imagen de otra corporación constituye una miopía histórica”, subrayó. La Sala Plena de la Corte cuestiona la forma como su par en la jurisdicción contenciosa se apartó de su propio precedente, pues el artículo 126 de la Constitución nunca constituyó una barrera para que las corporaciones candidatizaran a otros cargos a sus propios exmagistrados y atribuyó este accionar a su “exclusivo ánimo de afectar el prestigio de una jurisdicción diferente”. Recordó, así mismo, que el propio Consejo de Estado designó como aspirantes a la función pública a quienes ocuparon magistraturas en esa entidad y que, de hecho, ha sido esa circunstancia la que ha llevado a sus consejeros a apartarse de procesos tan trascendentes como la demanda de nulidad de la elección del actual procurador y exmagistrado de esa alta corte, Alejandro Ordóñez.