La Auditoría General de la República (AGR) practicó auditoría regular y revisión de cuentas para la vigencia 2011 a las contralorías de Bogotá, Cundinamarca y Soacha, con el objetivo de evaluar los resultados de la gestión administrativa, financiera y operativa y el cumplimiento de normas y disposiciones vigentes aplicables. Uno de los temas que más preocupa a la AGR tiene que ver con los procesos que estarían en riesgo de prescripción y que para las tres entidades sumarían algo más de $ 300 mil millones. El auditor general de la República, Jaime Ardila, expresó su preocupación por el evidente desorden contable que existe en las contralorías y que genera como consecuencia el no fenecimiento de sus cuentas. Igualmente, indicó que “con los contralores del país se está trabajando en una propuesta para meter en cintura a los funcionarios que no se les fenezcan las cuentas”.