Cuando tanto el periodo en el cual se presentó una reclamación como los siguientes meses de facturación y consumos presentan de manera reiterada desviaciones significativas, en tanto se define la petición del usuario, los consumos para efectos de facturación deberán liquidarse con base en el promedio de los últimos seis meses, mientras que, si la desviación solo se presenta en un periodo, los consumos posteriores se deberán tomar por diferencia de lecturas, siendo el consumo el elemento principal del precio, indicó la Superintendencia de Servicios Públicos. Facturar por promedio durante el tiempo que dure la investigación evita el riesgo de que ante una indebida facturación el usuario se vea en la obligación de reclamar por cada factura subsiguiente en la que observe que persiste la desviación, señaló la entidad.