Las incertidumbres en la conformación de la nueva era de la Corte Constitucional

Al cumplirse 25 años de la Corte Constitucional, una de las instituciones más importantes del Estado, es evidente que atraviesa por uno de los procesos de transición más álgidos de toda su historia. (Lea: Las cuatro etapas fundamentales en la historia de la Corte Constitucional)

Lo anterior por cuenta de la salida inminente de cinco de sus magistrados, por vencimiento de su periodo, Gabriel Eduardo Mendoza, Jorge Iván Palacio, Luis Ernesto Vargas, Aquiles Arrieta (remplazo temporal de Jorge Pretelt) y María Victoria Calle. Hay que precisar que son nueve los juristas que integran el alto tribunal, que tienen en sus manos la salvaguardia y protección de la Constitución. Es decir, la mayoría simple debe ser remplazada.

Es de aclarar que el Consejo de Estado cumplió su tarea y, desde el año pasado, definió la terna para elegir al remplazo de Gabriel Eduardo Mendoza, y la plenaria del Senado eligió al abogado Antonio José Lizarazo como nuevo magistrado del alto tribunal.

Como se recuerda, estos togados son elegidos por el Senado para periodos individuales de ocho años, de ternas que presentan el Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.

La Corte y su papel decisivo en el proceso de paz

Todos los temas que llegan a la Corte son trascendentales, por supuesto, pero una labor fundamental en este momento histórico del país será revisar los proyectos de reforma constitucional y de ley que se necesitan para implementar los acuerdos de paz con las Farc, para ver si se ajustan o no a los postulados y principios fijados en la Carta Política de 1991.

Fuentes cercanas a la corporación judicial han sido tajantes al decir que estas próximas sentencias serán las más importantes para la administración de justicia colombiana y para el país, pero cabe anotar que muchas de ellas serán decididas con magistrados en estado de interinidad. (Lea: Procesos de paz terminan con participación en política de quienes dejan las armas: María C. Moreno)

La conformación de una nueva era en la Corte Constitucional y la interinidad

La Corte Suprema de Justicia lleva cinco meses en la conformación de las ternas de donde saldrán los remplazos de los magistrados Jorge Iván Palacio y Luis Ernesto Vargas. Durante el proceso de inscripción llegaron las hojas de vida de 57 abogados. Difícil panorama para el proceso si se tiene en cuenta que su Sala Plena se encuentra concentrada en la elección de su presidente y que Palacio y Vargas ya se van.

Precisamente, ayer fueron elegidos como magistrados provisionales los abogados Iván Humberto Escrucería y José Antonio Cepeda, quienes se harán cargo de los despachos de Palacio y Vargas, respectivamente, empezarán labores la próxima semana. (Lea: Empieza convocatoria para remplazar a dos magistrados de la Corte Constitucional)

Si bien estos dos juristas hacen parte de los funcionarios con mayor antigüedad en la corporación, queda claro que si la Corte Suprema no se afana en la conformación de las dos ternas que le corresponden estos pueden llegar a ser, a la hora de definir las votaciones de un expediente, quienes inclinen la balanza en decisiones históricas para el país.

Por el lado de la Presidencia de la República esta misma situación se siente más fría, si se tiene en cuenta que ni si quiera se ha dado a conocer el proceso que se surtirá para elegir los remplazos de la magistrada María Victoria Calle y del despacho del exmagistrado Pretelt, que asumió Aquiles Arrieta desde su suspensión, y quienes terminarán sus periodos en abril.

Con todo, y confiando en las innegables calidades de los remplazantes temporales de los magistrados salientes, el país debe estar alerta a los procesos de selección y escogencia de estos altos dignatarios de la justicia colombiana.