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Culmina primer foro regional sobre implementación de acuerdos y construcción de paz
24 de Octubre de 2014
La participación política y social, sus dimensiones y sus desafíos fue uno de los puntos clave que se debatieron durante el primer panel del foro regional sobre implementación de acuerdos y construcción de paz, que hace parte del Ciclo de conversatorios nacionales y regionales sobre el proceso de paz en Colombia, que se realiza hoy en la Universidad del Valle.
Durante el evento, organizado por esa institución y la Fundación Konrad Adenauer, con el apoyo de ÁMBITO JURÍDICO, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), USAID, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) y el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax), los participantes advirtieron sobre la urgencia de desarrollar diálogos entre los distintos colectivos del norte del Cauca, haya o no acuerdos de paz.
Al respecto, Álvaro Guzmán, académico de la Universidad del Valle, advirtió que la estigmatización de los procesos sociales y étnicos es un problema para la construcción de paz, y calificó como fundamental la lucha por la tierra en la región.
Por su parte, Gabino Hernández, de la Mesa Afrocaucana, señaló que la comunidad negra no tiene las herramientas para asumir la implementación de los acuerdos. “En Colombia no habría que hacer ‘la paz’ sino ‘las paces”, afirmó.
Jorge Hernández, docente de la Universidad del Valle, indicó que nunca antes una negociación con la guerrilla había avanzado tanto; sin embargo, nunca había tenido tantos obstáculos: la oposición de la derecha política, la propia incomprensión de las FARC y la inconsecuencia del Gobierno.
Yajaira Gaviria, de la Ruta Pacífica de las Mujeres, llamó la atención sobre el desconocimiento que los colombianos tienen del impacto que el conflicto armado ha dejado sobre este grupo. “La participación de las mujeres implica un cambio en las relaciones de poder. Nosotras somos víctimas sobrevivientes del conflicto”, agregó.
Acuerdos de paz y propiedad rural
Durante la segunda parte del encuentro, los invitados debatieron sobre desarrollo rural y los acuerdos de paz. Los asistentes coincidieron en que no es posible hablar de una reforma rural integral, si no se incluye a una variedad de actores.
“Es difícil construir una identidad campesina cuando los gobiernos han utilizado a los jóvenes para su proyecto de expansión militar. No podemos hablar de una reforma integral rural, si no se incluye a una variedad de actores. Se necesita poner a tambalear un sistema que está en manos muy poderosas”, sostuvo René Ausecha, de la Cooperativa del Sur del Cauca.
Francia Márquez, del Consejo Comunitario de la Toma, advirtió que “el Gobierno dice que la consulta previa es un obstáculo para el desarrollo. Así es muy difícil hablar de paz”. Esta lideresa invitó a la sinceridad, “si queremos un proceso de paz donde todos podamos seguir existiendo”.
Igualmente, Ana Deida Secué, del Resguardo de Huellas-Caloto, manifestó que la paz aún no es una realidad; por lo tanto “todos debemos contribuir para que lo sea”. “Para nosotros los indígenas el tema de la tierra es vital, es nuestro corazón. Por eso no renunciaremos a ella”, advirtió.
Finalmente, Carlos Duarte, del Centro de Estudios Interculturales, agregó que la paz es una cuestión mucho más amplia de lo que se habla en La Habana. “Quizás podemos hablar de que es una utopía social”, comentó.
Seguridad y reconciliación
“La integración y la reconciliación son posibles únicamente a través de estructuras de acompañamiento serias; es necesario reconocer las realidades de las comunidades involucradas”. Así lo advirtió Rocío Gutiérrez, de la Agencia Colombiana para la Reintegración, al iniciar el tercer y último panel del foro, sobre seguridad ciudadana y reintegración.
Gutierrez señaló que 7 de cada 10 desmovilizados permanecen en la legalidad; además, en el país hay cerca de 30.000 desmovilizados que vienen desarrollando acciones de servicio social.
“Para resignificar nuestro historial de guerra, hay que generar mecanismos de acompañamiento concretos para los desmovilizados”, advirtió, y agregó que “todavía es muy difícil trabajar con la estigmatización de la que están sujetos”.
Por su parte, Fabio Cardozo, de la Alta Consejería para la Paz de la Gobernación del Valle, resaltó la importancia de construir una dinámica política basada en respaldo al proceso de paz. Vicenta Moreno, de la Organización el Chontaduro Cali, agregó que “la gente piensa que la seguridad está relacionada con el uso de la fuerza”: “se nos debe garantizar los derechos que no tenemos. Se debe pensar en reestructurar un mejor modelo de desarrollo”, comentó.
Adicionalmente, Jesús Darío González, del Observatorio de Realidades Sociales, insistió en la necesidad de adelantar una labor de transformación cultural para la construcción de paz. “La reinserción debe tener dos características. Una de ellas es que no puede agotarse en un actor personalizado e individualizado, sino que debe remitirse a los territorios y a los hechos colectivos. La segunda es que se debe reconocer los territorios de paz”, agregó.
Por último, la excandidata a la presidencia y presidenta del Polo Democrático, Clara López, aclaró que la seguridad no es solo estar libre de la inseguridad física, sino permanecer libre de carencias. “Creo que el Gobierno a veces no entiende a quién tiene en frente. Las FARC no son un Ejército derrotado. El enemigo interno sigue siendo el enemigo de siempre, el muchacho del barrio, el que se organiza en un sindicato”, sostuvo.
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