La Procuraduría General de la Nación ordenó ejercer una supervigilancia especial por el caso de contaminación en la zona costera de Santa Marta, tras la caída al mar de unas 500 toneladas de carbón de la compañía estadounidense Drummond, el pasado 13 de enero.

De acuerdo con el Ministerio Público, la medida busca un desarrollo eficiente de las actuaciones administrativas que adelante la Corporación Autónoma Regional del Magdalena sobre la empresa minera.

Además, precisó que continuará desarrollando labores de seguimiento, para garantizar la protección y la preservación del medio ambiente en la zona afectada.

Por su parte, la Drummond, a través de un comunicado publicado en su página de internet, informó que tomó medidas para revisar sus protocolos y “estudiar la manera de evitar cualquier incidente futuro de este tipo”.

Así mismo, señaló que presentará un plan de contingencia renovado a las autoridades, para que levanten la suspensión impuesta por el vertimiento de carbón.

“Lamentamos mucho este incidente, pero creemos que es importante tener en cuenta que todas nuestras acciones, tanto durante como después del accidente, se han dirigido a reducir al mínimo sus efectos”, indicó la compañía.