Dos ponencias negativas y una favorable fueron radicadas en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes para el proyecto que crearía las denominadas zonas de interés de desarrollo rural y económico (Zidre). Una de ellas pide archivarlo porque se le permite al Estado decidir sin consultar con las comunidades qué zonas son aptas para definir unidades de producción familiar. Además, quienes firman la ponencia dicen que decisiones como definir la vocación de la tierra requieren más que un estudio. En la segunda ponencia negativa se afirma que el proyecto del Gobierno no contempla el fortalecimiento de la institucionalidad de apoyo al desarrollo rural y se deja en manos de los gestores la obligación estatal de proveer servicios como acceso a tecnología y asistencia técnica. Por su parte, la ponencia favorable destaca la figura del asociado como partícipe en el proyecto productivo, pues permite un reparto de los beneficios y la cooperación, así como una comunión de riesgo.