La ponencia negativa al proyecto del Gobierno para crear las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres) indica que este modelo de negocio le dice a los socios qué se produce y con qué paquete tecnológico, cómo y a qué precio se vende y las condiciones del crédito, por lo que el ponente considera que la propiedad sobre la tierra no será una fuente de libertad económica y política para el campesinado y los empresarios menores, sino que los convertirá en “siervos modernos”. Por su parte, la ponencia favorable dice que la Orinoquía y otros territorios demandan un proceso planificado de colonización a partir de megaproyectos con escenarios agroindustriales de gran envergadura, por lo que es necesario redefinir las tradicionales condiciones legales de explotación del suelo, convertir en garantía real las plantaciones y separar el uso del suelo del vuelo.