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Vamos a revivir parcialmente la Ley de Pequeñas Causas: Minjusticia
03 de Septiembre de 2014
El ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, expuso algunas de las estrategias que adelantará el Gobierno en los próximos meses en materia carcelaria y de justicia.
Una de las iniciativas, indicó, es revivir, con algunas modificaciones, la Ley de Pequeñas Causas. “Esta ley se cayó por temas muy puntuales en la Corte Constitucional, rehacerla será relativamente fácil, ya que la Corte se tomó el trabajo de decir cuáles puntos estaban mal hechos”, afirmó.
Aunque supone una reforma al Código Penal, esta iniciativa soluciona muchos problemas en materia congestión del aparato judicial y acerca la justicia a los conflictos que afrontan los ciudadanos a diario, agregó el ministro.
“Debemos ponderar las ventajas de esta reforma frente a los inconvenientes de la misma. Creo que con algunos cambios, resulta altísimamente favorable. Por esta razón, creo que debemos volver a incorporarla”, aseguró.
De otra parte, Reyes calificó como “pésimo” el manejo que se le ha dado a la detención preventiva, e hizo un llamado para utilizar las alternativas que ofrece la ley. Según explicó, en la actualidad, en demandas contra el Estado por detención injusta de la libertad, hay pretensiones que alcanzan los 44 billones de pesos.
“Eso no quiere decir que tenga que eliminarse en todos los casos la detención preventiva, pero hay que racionalizarla, y para eso tenemos que ser conscientes y hacer pedagogía (…). Resulta preocupante que por privación injusta de la libertad haya pretensiones por 44 billones de pesos. Con el 10 % de esa plata solucionaríamos el problema carcelario y nos sobra dinero”, indicó.
Finalmente, se mostró partidario de abrir el debate sobre la liquidación del Inpec. “Esta es una propuesta que estamos dispuestos a analizar, aunque no es la única solución posible”.
De otra parte, el funcionario afirmó que revisará las estrategias de resocialización de personas privadas de la libertad, ante un posible escenario de posconflicto. “En la medida en que sigamos pensando en la resocialización como principio rector de la finalidad de la pena, es muy importante que garanticemos el funcionamiento de esa labor de resocialización, concluyó.
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