En cumplimiento del fallo de tutela por medio del cual la Corte Constitucional le ordenó al Consejo Superior de la Judicatura adecuar sus instalaciones a las necesidades de funcionarios que padezcan deficiencias físicas, la Sala Administrativa de ese tribunal creó un cargo de escribiente para el despacho de una magistrada del Tribunal Superior de Antioquia que padece una afección visual.

Este se encargará de labores de lectura y escritura por el tiempo que sea necesario, mientras la tutelante adquiere las herramientas técnicas que la Corte ordenó implantar, para poder hacerlo por sus propios medios.

El acuerdo, que inicialmente tiene vigencia hasta el 30 de mayo, podrá prorrogarse si el Consejo Seccional de la Judicatura de Antioquia, previo informe sobre el avance en el cumplimiento de la sentencia, así lo solicita.

En la sentencia, la Corte Constitucional exhortó al Consejo Superior de la Judicatura a que verifique la implementación de leyes de integración social a favor de personas en condición de discapacidad.

La corporación consideró  que la entidad accionada desconoció las garantías fundamentales de la actora, al expedir un acuerdo que dejaba sin efectos la suspensión temporal de reparto de expedientes al despacho que dirige esta funcionaria, que había sido ordenado por prescripción médica, debido a la degeneración macular en ambos ojos que le fue detectada.

De esta manera, dio plazo a la Sala Administrativa para que la tutelante cuente con la tecnología necesaria que le permita cumplir con su trabajo de manera eficiente, de acuerdo con sus limitaciones. Para ello, deberá contar con la asistencia del Instituto Nacional para Ciegos.

(Consejo Superior de la Judicatura, Acuerdo PSAA1410083, 1/22/2014)