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Así transcurrió foro sobre el papel de la universidad en el posconflicto
18 de Marzo de 2015
Construcción de paz desde la academia, promoción de la cultura para la paz y cooperación internacional desde la universidad fueron los principales temas que se trataron durante el evento El papel de la universidad en el escenario del posconflicto, organizado por la Universidad Santo Tomás.
En el foro participaron el rector general de la Universidad Santo Tomás, Padre Carlos Mario Alzate; el rector de la Universidad de Zaragoza (España), Manuel José López Pérez; el rector de general de la Universidad Libre, Nicolás Enrique Zuleta; el coordinador general de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, Pablo Gómez-Távira; el director regional de la Organización de Estados Americanos, Ángel Martín Peccis, y el director del Instituto Pensar de la Universidad Javeriana, Roberto Vidal.
Alzate advirtió que la universidad colombiana debe reflexionar sobre su arquitectura y como ente regulador de conciencia, no solo como generadora de profesionales. “Tenemos que crear ciudadanía, jóvenes con sentido de responsabilidad, que conozcan sus derechos y deberes. La universidad tiene que apoyar desde el conocimiento al fortalecimiento de las instituciones”, agregó.
Por su parte, Zuleta resaltó que la paz necesariamente pasa por la universidad, cuando se habla de posconflicto y, al mismo tiempo, de futuro. Además, indicó que “el país está ocupado en pensar las causas del conflicto y, por lo tanto, quienes no están de acuerdo con esas visiones tienen que utilizar el lenguaje para ser precisos en la forma en que se comunican”.
Este punto de vista fue compartido por López, quien destacó la importancia de que las universidades promuevan, desde las aulas, una cultura de paz. El académico también se refirió a la cooperación desde las universidades españolas, punto en el que destacó “el posicionamiento de la academia para pensar el posconflicto”.
Igualmente, Peccis advirtió que la academia puede promover tareas a largo plazo para generar una cultura de paz. “Cambiar la cultura de la intolerancia implica que dos visiones distintas se puedan sentar a dialogar, que la gente piense distinto y que no nos matemos por esas ideas”, afirmó. Adicionalmente, advirtió sobre la incredulidad de ciertos sectores en el logro de la paz, y que la academia tiene la responsabilidad de trasladar a sus escenarios la “concientización” sobre la paz.
Por último, Vidal agregó que el rol de la academia es fundamental en el posconflicto, en la medida en que “la autonomía universitaria no es para generar lucro, sino para tener capacidad de reflexión y formar ciudadanos vivos con conocimiento”.
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