Las obras literarias, científicas, artísticas y audiovisuales producidas en cualquier formato podrán ser reproducidas en Braille y en los demás modos, medios y formatos de comunicación accesibles que elijan las personas ciegas y con baja visión, sin necesidad de autorización de sus autores ni pago de los derechos de autor. Así lo determina una ley sancionada ayer por el Gobierno, la cual garantiza a estas personas acceder a información de cualquier tipo. Sin embargo, la norma aclara que dicha reproducción debe realizarse sin fines de lucro y cumplir con la obligación de mencionar el nombre del autor y el título de las obras utilizadas. Así mismo, las entidades públicas deberán disponer de software lector de pantalla en sus dependencias, establecimientos educativos, instituciones de educación superior, bibliotecas, centros culturales, aeropuertos y terminales de transporte, establecimientos carcelarios y empresas sociales del Estado.