Las compras públicas y la reactivación económica

Tatiana Oñate Acosta

Profesora de la Especialización en Derecho Empresarial y de los Negocios Universidad del Rosario

En la actual coyuntura, las empresas deben mirar las oportunidades que brinda el sector de compras públicas para construir un plan de negocios que les permita afrontar la denominada nueva normalidad y aprovechar un canal de comercialización que ha sido uno de los priorizados por el Gobierno Nacional, en el marco del plan de reactivación económica, con el apoyo de Procolombia.

En efecto, el sector de compras públicas abarca las adquisiciones de bienes y servicios por parte de entidades gubernamentales. Así, es generalmente aceptado que uno de los mayores logros de la liberalización que caracterizó las últimas décadas del siglo XX fue el de permitir que los proveedores extranjeros pudieran acceder a este mercado que, de acuerdo con Fitch Connect, representa en promedio el 18,7 % del Producto Interno Bruto de los países. La apuesta que se hizo con esta liberalización fue la de privilegiar el aumento del número de competidores en este mercado, para adquirir más y mejores bienes, aumentar la transparencia y rendición de cuentas de las transacciones, lo que disminuye las posibilidades de colusión entre los privados y de corrupción y favoritismo con el sector público.

En este siglo, como consecuencia de la pandemia, se recomienda que el sector de compras públicas siga creciendo. En este contexto, se espera que, para el 2025, el gasto público alcance un valor de 20 billones de dólares, con un crecimiento del 28 %, en comparación con el 2020, según Fitch Connect. Para esta firma, los principales mercados, en cuanto a gasto público se refiere, son: EE UU (25,6 % del total mundial), seguido por China (15,6 %), Japón (6,8 %), Alemania (5,1 %), Francia (4,2 %) y Reino Unido (3,5 %).

En América Latina y el Caribe, los principales mercados son Brasil, con 277.000 millones de dólares; México, con 131.000 millones de dólares; Argentina, con 61.000 millones de dólares; Colombia, con 48.000 millones de dólares, y Chile, con 38.000 millones de dólares

Los tratados de libre comercio

Por lo tanto, para sacar el mejor provecho de esta apuesta, las empresas deben familiarizarse con un instrumento trascendental: los capítulos de compras públicas incluidos en los tratados de libre comercio (TLC) suscritos por Colombia. Conocer la cobertura de estos capítulos es el primer paso para definir cuándo hay lugar o no a aplicar el principio de trato nacional.

En el caso de las compras públicas, la particularidad en torno a este principio consiste en que se ha entendido como una obligación de conferir igualdad de oportunidades a los proveedores extranjeros, con el fin de permitirles acceder a los procesos de selección de las contrataciones cubiertas por ellos, al mismo tiempo que prohíbe que se utilicen criterios de apoyo a la industria nacional como factores de calificación en la adjudicación en un proceso de selección.

Ahora bien, ¿qué es lo que una empresa colombiana debe analizar para saber si se trata o no de una contratación cubierta? En primer lugar, que la cuantía del proceso en el que quiere participar sea igual o superior al umbral especificado en el capítulo de compras públicas correspondiente. Si el proceso tiene una cuantía inferior a la de ese umbral, no sería una contratación cubierta.

En segundo lugar, debe verificar que la entidad que adelanta el proceso sea una de las entidades listadas en el anexo del respectivo capítulo de compras públicas. Esto significa que, como se maneja un sistema de listas positivas, si una entidad no figura en el anexo del capítulo, los procesos de contratación a cargo de dicha entidad no harán parte de la contratación cubierta a las que hacemos referencia. Por último, se debe verificar que la contratación no se encuentre ni dentro de las excepciones generales del capítulo ni de las exclusiones particulares del anexo.

Compras internacionales

El Gobierno Nacional se ha lanzado a la conquista del sector de compras públicas internacional, bajo la premisa de que ningún país es autosuficiente. Por esta razón, el objetivo que se han trazado el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Procolombia para el 2020 es que 50 empresas colombianas vendan 2 millones de dólares, para lo cual se han enfocado en bienes y servicios tales como el café y sus derivados, el software y los servicios de tecnología de la información, la ingeniería y servicios de construcción, la dotación hospitalaria y uniformes.

Compartimos esta visión y creemos que los capítulos de compras públicas incluidos en los TLC suscritos por Colombia pueden ofrecer muchas otras oportunidades para la innovación y alta calidad de las empresas colombianas en su ruta hacia la reactivación. Nuestra invitación para los gerentes y asesores jurídicos de las empresas es a que hagan un análisis pormenorizado de la información disponible en http://www.tlc.go.vo/acuerdos/vigente, tomando en consideración los criterios aquí mencionados y empiecen a construir la ruta para posicionar sus bienes y servicios en el mercado internacional de compras públicas.