Opinión / Columnistas
Sobre el foro de convergencia nacional
06 de Agosto de 2014
Ricardo Vásquez Bernal Cp-Magíster Economía y Finanzas. Socio Director de Consultoría Baker Tilly |
Con gran éxito se llevó a cabo el evento nacional de convergencia a las Normas Internacionales de Información Financiera y Aseguramiento, patrocinado por la Superintendencia de Sociedades, el pasado mes de julio, en Medellín. Se trataron temas relacionados con el futuro de la profesión de la Contaduría Pública, el aseguramiento, la transformación empresarial y la relación del Estado con los usuarios, con miras a desarrollar estrategias de trabajo conjunto entre los empresarios, los reguladores, los órganos de la profesión y las universidades.
En materia del futuro de la profesión se plantearon varias conclusiones que van desde la necesidad de revisar los programas de formación universitaria en todo el país, hasta establecer condiciones de habilitación profesional, a partir de exámenes, certificaciones y cursos debidamente supervisados por un órgano de la profesión.
El hito que es relevante levantar, en mi sentir, es sentar las bases para una formación conceptual y epistemológica de fondo, y no estrictamente ceñida a la regulación. Mucho menos a partir de experiencias prácticas que enseñan a “hacer” pero no a “ser”. Es un tema, verdaderamente estructural, que se hace agua con la aplicación de estándares internacionales de información y aseguramiento. Pero la respuesta no debe ser, entonces, aprender la nueva regulación, no. Es que los futuros profesionales aprendan a evaluar en contextos difíciles y a decidir basados en conceptos claros y transversales de distintas disciplinas. En otras palabras, que aprendan a solucionar problemas.
La mesa de aseguramiento fue otro foro que concluye sobre la necesidad de revisar la función de la revisoría fiscal para hacerla convergente con las prácticas de aseguramiento, así como de desarrollar nuevas prácticas distintas a la auditoría de los estados financieros. Las conclusiones proponen que todas las empresas, excepto las microempresas, apliquen un nivel de aseguramiento total o moderado de la información, dando alcance a las prácticas internacionales.
Es necesario, sin duda, revisar la responsabilidad, función y objetivo de la revisoría fiscal, que ha venido asumiendo el rol de la auditoría financiera en Colombia. No obstante, los estándares internacionales de aseguramiento de información, en esencia, junto con las prácticas de gobierno corporativo están dimensionados para avalar y garantizar el ejercicio de transparencia y responsabilidad en los ejercicios de rendición de cuentas que hacen las empresas para los usuarios de la información (accountability). El origen de la revisoría fiscal no es propiamente el tema en mención, si bien tienen una profunda intersección.
Lo que aquí se plantea es una reflexión fundamental con el fin de establecer qué se requiere en materia del aseguramiento de la información de las empresas. Si es evidente que la mayoría de estas no tienen la responsabilidad de rendir cuentas a terceros y usuarios, ¿cuál debe ser entonces el modelo del aseguramiento? Y de mantenerse el espíritu de la revisoría fiscal, ¿qué es lo que debería ajustarse para fortalecer el ejercicio profesional? Tal vez son preguntas de fondo que orientan un adecuado dimensionamiento de las prácticas internacionales de aseguramiento en Colombia, de manera que no impliquen un enfrentamiento funcional con la revisoría fiscal.
Sobre los dos últimos puntos tratados en el foro, denominados relación del Estado con los usuarios y transformación organizacional, se proponen, entre otros temas, el apoyo gremial y estatal en el proceso de aplicación e implementación, así como decantar el problema de la intromisión de la contabilidad tributaria en la contabilidad financiera. Así mismo, desarrollar estrategias para hacer menos oneroso el proceso de implementación de las normas para Pymes. Todas acciones de mucho valor, sin duda, en los campos de apoyo de la academia, consultorios contables y escalamiento de lecciones aprendidas, entre otras cosas.
Sin embargo, en mi humilde opinión, deben separarse, como ha ocurrido en otros países, la problemática que se genera en la implementación rígida e inflexible de las normas internacionales de información para las empresas de interés público del resto de las empresas. Irónicamente, nunca nos dimos en Colombia la oportunidad de aprender integralmente de esta primera etapa, y ahora pretendemos someter a todas las empresas a las mismas angustias de tiempos, cambios, inversiones y sobrecostos. Son dos problemas totalmente distintos, que deben atenderse con soluciones totalmente distintas y no parece que el asunto esté suficientemente claro. Para la muestra un botón: XBRL, valor razonable, operaciones complejas y volumen de revelación, que implican profundos efectos en los juicios de valor, en los procesos, en los desarrollos tecnológicos y en la información, no es un problema estructural de las Pymes.
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