Verbo y gracia
Que galicado
17 de Mayo de 2013
Fernando Ávila feravila@cable.net.co |
Pregunta: Soy estudiante de noveno semestre de Derecho y lector habitual de sus columnas en ÁMBITO JURÍDICO. ¿Sería tan amable de explicar el término “que galicado” y dar ejemplos que den luces sobre este tema?, Juan Pablo Torres Muñoz.
Respuesta: El que galicado es un error que se llama así porque se supone que es tomado del francés (Francia era la Galia durante el Imperio Romano). En efecto, en francés hay mucho que, como pasa en la famosa pregunta Qu'est-ce que c'est?, que no se traduce ¿qué es que es esto?, lo que constituiría en español un que galicado, sino ¿qué es esto?
En la práctica el que galicado siempre se presenta precedido del verbo ser (es que, fue que, sería que), en locuciones que expresan modo, “fue así que lo resolví”; lugar, “era allá que se reunían”, o tiempo, “es los lunes que se encuentran”. El que en estos casos equivale a como, donde y cuando, respectivamente.
La solución está en quitar el verbo ser y el que: “Así lo resolví”, “allá se reunían”, “los lunes se encuentran”.
Lo anterior no significa que todo que precedido del verbo ser sea incorrecto. Hay frases válidas, como “fue necesario que nos devolviera la documentación” o “es mejor que consulte a un abogado”, que como puede ver no corresponden a ninguno de los tres casos erróneos explicados.
Queísmo y dequeísmo
Hay quienes confunden el error llamado que galicado con otro llamado queísmo. El queísmo, por el que usted no me ha preguntado, consiste en cambiar la secuencia de que, cuando es correcta, por la sola conjunción que; por ejemplo, “el hecho que no haya venido no significa” (incorrecto) en vez de “el hecho de que no haya venido no significa” (correcto).
Vale la pena recordar que la secuencia de que puede ir después de los adverbios de tiempo antes, luego y después, “cómprelo antes de que se agote”; después de verbo, “se quejaron de que no los atendieran”, especialmente si ese verbo es intransitivo y/o pronominal, “ha hablado mucho de que no lo tratan bien en la casa” o “me acordé de que la reunión había sido aplazada”, y después de sustantivo, en frases como “abrigo la esperanza de que regrese” o “tengo la sospecha de que fue así”.
El error contrario es el dequeísmo, en el que caen quienes agregan la preposición de a verbos que no lo admiten, como “dijo de que estaba de acuerdo”, “creemos de que nos pagarán mejor”, “piensan de que habrá un nuevo juicio”. Lo correcto es “dijo que estaba de acuerdo”, “creemos que nos pagarán mejor”, “piensan que habrá un nuevo juicio”.
Concepto, k y alertoso
Pregunta: Le escuche a un locutor de radio de alcance nacional “Todos los aspectos que suceden”. ¿No le habría quedado mejor “Todos los hechos que suceden”?, Marcial Bedoya S.
Respuesta: Se trata una vez más de la confusión entre lo abstracto y lo concreto. Concepto es algo abstracto, una idea, un pensamiento, una opinión. Y lo abstracto no sucede. Suceden los hechos concretos. Así que, tiene toda la razón, don Marcial.
Pregunta: ¿Es de aceptación el cambio de c por k, como se observa en avisos comerciales de diferentes negocios, como Alkosto, Estétika, Pollo Riko?, M. B. S.
Respuesta: La k es letra escasa en español. De hecho, en una época se eliminó de nuestro alfabeto. Las palabras que se escribían con k, como kilo y kiosco, pasaron a escribirse con q, quilo y quiosco. Unos años después se recuperó esa letra, para palabras que ya estaban muy asentadas en el uso, pero sigue siendo escasa.
En consecuencia, las marcas que se crean con el recurso de cambiar c por k son extrañas al idioma. Acaso esa sea la intención. Hay marcas que se mantienen dentro de los marcos morfológicos de nuestra lengua, como Pintuco, Caracol, Coltejer, que no han necesitado el cambio de k por c para triunfar.
Pregunta: ¿Y alertoso?, M. B. S.
Respuesta: Si pretende significar lo mismo que cuidadoso, que ya existe, no veo la necesidad de crear el vocablo alertoso.
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