Especial Día del Abogado
¿Por qué celebrar el Día del Abogado?
23 de Junio de 2016
Francisco Delgado Maya
Abogado consultor y litigante
En junio de cada año, se celebra en Colombia el Día del Abogado, en memoria de Ivo de Chartres, abogado y santo, a quien los juristas de varios países consideran su patrono. Nació en la provincia de Bretaña (Francia) y estudió Derecho en la Universidad de París, de donde volvió a su tierra natal para asumir el cargo de juez del tribunal. Adoptó un estilo de vida austero, pues se vestía modestamente y regalaba a los pobres el dinero que devengaba del Estado.
Desde la judicatura se dedicó a proteger a los huérfanos y a hacer justicia con tal imparcialidad y equidad que, aun aquellos que resultaban desfavorecidos con sus providencias, le profesaban respeto y admiración. Señala la historia que para evitar inclinarse hacia alguien, rechazaba los costosos regalos que los interesados en ganar los pleitos le llevaban.
Hoy, a los tradicionales abogados que se desempeñan en la consultoría y en el litigio, se suman, desafortunadamente, los intrigantes y sofisticados. Los primeros son maestros del cabildeo y proclaman que más importante que conocer las leyes es conocer al juez.
Ahora bien, los abogados, los jueces, los servidores públicos y todos los ciudadanos interpretan las leyes. Es lo que ocurre antes de invocarlas y aplicarlas, dado que las palabras que se utilizan en el Derecho no siempre tienen significado preciso y unánime. Pero la comprensión del texto y la filosofía de estas no comportan su alteración, que consiste en encontrarles un camino abusivo y favorable, y apenas legal en apariencia.
Ese es el papel de la falacia y de los abogados sofisticados, que buscan en beneficio propio insólitas distensiones de la legislación, ejercicio contrario al interés general, a los propósitos constitucionales y a los mandamientos tercero y cuarto del decálogo elaborado por Eduardo Juan Couture, que rezan: “Trabaja: la abogacía es una ardua tarea puesta al servicio de la justicia” y “Lucha: tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”.
Función social
El buen abogado es un profesional que debe ocuparse de crear el Derecho, interpretarlo, reconocerlo, invocarlo y aplicarlo a casos concretos para defender el derecho propio o ajeno, y de asesorar y enseñar para que invocando valores, principios y reglas se imparta justicia.
En términos de la legislación colombiana, le corresponde la función social de colaborar en la conservación y perfeccionamiento del orden jurídico y en la realización de una recta y eficaz justicia, y como misión la de defender los derechos de la sociedad y de los particulares.
La complejidad y amplitud de la abogacía le han permitido participar en la formación y defensa de los derechos de las personas, en el cuestionamiento de la normativa y la jurisprudencia que los contradice y en el planteamiento de nuevos sistemas que legitimen y materialicen elementos de justicia distributiva. Como la condición de abogado envuelve una grave responsabilidad ante el Estado y la sociedad, ha de estar dotado de vocación de servicio, dedicación al estudio y de una reflexión consistente.
Opina, Comenta