Poda ministerial

A los ministros del Gobierno de Zimbabue la noticia les cayó como un baldado de agua fría: para dar ejemplo en la lucha que ese país libra contra el VIH, todos, sin excepción, tendrán que circuncidarse.

Por lo menos esa fue la instrucción que les dio la viceprimera ministra, Thokozani Khupe, a finales de agosto. Sin embargo, hasta la fecha, no se tienen noticias del primer miembro (del gabinete) que haya pasado por el quirófano para practicarse esa pequeña, pero incómoda cirugía.

Al principio, los ministros pensaron que se trataba de una broma. Y el hecho de que la propuesta viniera de una mujer les pareció, por lo menos, curioso. Pero Khupe hablaba muy en serio: preocupada porque en Zimbabue una de cada siete personas son seropositivas, la viceprimera ministra se armó de estudios médicos que sugieren que la circuncisión puede reducir hasta en un 60% el número de contagios de VIH, para afirmar que el ejemplo debía comenzar por el propio Gobierno.

Asimilado el golpe, cada jefe de cartera reaccionó a su manera: al de Vivienda, Giles Mutsekwa, por ejemplo, la idea le pareció perfecta. Sin embargo, en tono de excusa, advirtió que las apretadas agendas de los ministros podrían impedir la práctica de la cirugía.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Moses Mzila-Ndlovu, calificó de rara la propuesta y advirtió que obligarlo a realizarse la circuncisión atentaría contra su derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Lo mismo opinó el ministro de Estado, Didymus Mutasa, para quien la circuncisión es una decisión personal: “Nuestras costumbres están en contra de ello y debería ser algo voluntario. Los que quieran circuncidarse que lo hagan”, afirmó Mutasa, en declaraciones a la prensa.

La invitación también recorrió los pasillos del Parlamento. El legislador Moses Mare, del partido de la viceprimera ministra,  aseguró que se sentiría “cómodo” con la medida, pues no podría oponerse a nada que signifique salvar vidas.

De hecho, independientemente de los reparos que puedan tener los ministros, el Gobierno zimbabuense está empeñado en que más de un millón de hombres se circunciden antes del 2015. Con ese fin, viene impulsando una campaña nacional de circuncisión, dirigida a los varones mayores de 13 años. Según cuentas de las autoridades de salud, unos 30.000 ya han aceptado someterse a la cirugía.