Al Margen
Medidas escatológicas
11 de Diciembre de 2012
“Somos la capital mundial de la defecación al aire libre. Es un asunto que causa preocupación, angustia y rabia”.
Las palabras son del ministro de Desarrollo Rural de India, Jairam Ramesh, quien, en un evento organizado por Naciones Unidas, afirmó que el 60 % de la población mundial que hace sus necesidades a la intemperie vive en ese país.
Ramesh califica la falta de inodoros como “la más grande vergüenza de la India”. Una problemática que el Gobierno lamenta profundamente, pero a la que le ha invertido pocos recursos. De hecho, en pleno 2012, cerca de la mitad de los indios (unos 600 millones), en especial los que viven en áreas rurales, no tienen un sanitario en su casa.
Sin embargo, parece que vientos de cambio empiezan a disipar los malos olores. Por una parte, las autoridades de la región de Jaipur, al occidente del país, decidieron aplicarles pedagogía ciudadana a quienes miccionen o defequen en la calle. Con tambores y silbatos, grupos de voluntarios someterán al escarnio público a las personas que sean sorprendidas por ahí, regando o abonando el terreno. Eso sí, los que reincidan serán obligados a pagar una multa.
Con esto, se busca que los lugareños abandonen ese hábito y se vean obligados a construir inodoros: “Cerca del 80 % de los habitantes de nuestro distrito cuentan con baños en sus hogares y queremos motivar al 20 % restante para que construyan los suyos”, le comentó el alcalde de Jhunjhunu, Ramniwas Jat, a la BBC.
La medida, como era de esperarse, irá acompañada de una ayuda económica para quienes se animen a construir los sanitarios. “Todo el mundo debería construir un retrete en casa o en su defecto utilizar los aseos públicos”, agregó el jefe administrativo del distrito de Jhunjhunu, Yogaram Yangid.
Hasta el momento, el programa, que tiene como meta la construcción de 10.000 inodoros, ha permitido declarar a 50 municipios del distrito como “libres de defecación en público”.
Pero las autoridades de Jaipur no han sido las únicas que han tomado cartas en el asunto. A mediados del 2011, Anita Bai Narre, una joven mujer recién casada, provocó toda una “revolución sanitaria” en Ratampur, su pueblo, al obligar a su marido a construir un sanitario.
Apenas dos días después de su matrimonio, la aguerrida india decidió abandonar el hogar, mientras su esposo no le garantizara que contarían, al menos, con un inodoro. Apremiado, el hombre, echando mano de sus ahorros y con la ayuda de sus vecinos, construyó el sanitario y logró que su amada esposa volviera a casa.
El decidido gesto de Narre llamó la atención de la ONG Sulabh International, que promueve el saneamiento ambiental, la salud y la higiene. Los activistas emprendieron una campaña de limpieza total en Ratampur, gracias a la cual 100 de las 157 casas del pueblo ya tienen un inodoro.
Además, la organización premió a la mujer con el Sanitation Award y un generoso cheque por 10.000 dólares, que fue entregado por el propio ministro Ramesh. Como si eso fuera poco, el presidente de Sulabh International, Bindeshwar Pathak, logró que Narre se entrevistara personalmente con el presidente de India, Pratibha Devisingh Patil.
Todo esto le sirvió a Ramesh para que el Gobierno aumentara el presupuesto destinado a saneamiento rural y agua potable. Ahora, con la inyección de estos recursos, el ministro indio espera cumplir su meta de erradicar la defecación al aire libre en el año 2022.
Claro, siempre y cuando las predicciones escatológicas mayas no se cumplan en los próximos días.
(Fuentes: BBC, infomador.com.mx y aquaknow.net)
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