Et cetera / Verbo y Gracia
A la mayor brevedad posible
16 de Septiembre de 2015
Fernando Ávila
Pregunta: Quiero saber cuál es la forma correcta de redactar las solicitudes en las que se quiere que las pruebas sean allegadas prontamente: “en el menor tiempo posible”, “a la menor brevedad”, “a la mayor brevedad”, “a la brevedad posible”, Óscar Guevara Idárraga, Cartago, Valle del Cauca.
Respuesta: Aunque algunos autores, como Martínez de Sousa, censuran la forma “a la mayor brevedad posible”, y piden que se cambie por “con la mayor brevedad posible”, otros, como Ignacio Frías, aseguran que la expresión “a la mayor brevedad” es válida, y está firmemente asentada en nuestra lengua desde el siglo XVIII.
La Fundación del Español Urgente dice que las dos formas son aceptables. Ignacio Frías, del Instituto Cervantes, opina que “A la mayor brevedad posible”, con la preposición “a”, se puede asimilar a locuciones como al momento, a las dos horas, a los tres días. De hecho, el Diccionario de la lengua española, 2014, registra entre las funciones de la preposición “a” la de precisar “el lugar o tiempo en que sucede algo, lo cogieron a la puerta, firmaré a la noche”.
Wikilengua dice expresamente que es impropio el uso de “a la menor brevedad” con este sentido. En efecto, la menor brevedad es el ‘máximo tiempo’, o sea, todo lo contrario de lo que se pretende pedir.
“A la mayor brevedad posible” no tiene la solera de muchas otras locuciones que fueron recogidas por la literatura española del Siglo de Oro. Se trata de la traducción de “as soon as posible”, expresión inglesa del lenguaje administrativo de la era industrial. De más solera en nuestra lengua son locuciones como lo antes posible, lo más pronto posible, cuanto antes, tan pronto como se pueda, tan pronto como sea posible, con urgencia, que se pueden tener en cuenta como alternativas.
Terminal
Pregunta: Me dicen que hay que decir “la terminal” y no “el terminal” para referirse a la estación de flotas. También, que debo decir “el champaña” y no “la champaña”, y que debo decir “el tanga” y no “la tanga”. ¿Es cierto?, Adela Pérez H.
Respuesta: El Diccionario de la lengua española, en su edición del 2001, registraba la palabra terminal, ‘cada uno de los extremos de una línea de transporte público’, como voz femenina, la terminal. En la edición del 2014, sin embargo, da la posibilidad de escribir la terminal o el terminal, como se quiera, para referirse al ‘lugar de salida o llegada de una línea de transporte público’.
La edición del 2001 registraba champaña y tanga como voces masculinas, el champaña y el tanga. En la edición del 2014, champaña sigue siendo voz masculina, pero se admite su uso como vocablo femenino, lo que es frecuente en Colombia, México y Venezuela, la champaña. Y para tanga, ‘prenda de vestir que por delante cubre la zona genital y por detrás deja las nalgas al aire’, aclara que en España se usa más como masculina, el tanga, y en América, más como femenina, la tanga.
Pirinola
Pregunta: ¿Pirinola o perinola?, Santiago Álvarez, Cali.
Respuesta: Cuando Antanas Mockus hizo su primera campaña para la Alcaldía de Bogotá, usó el símbolo de la pirinola, juego muy conocido en Bogotá con ese nombre (pirinola) y muy apropiado a su filosofía, por aquello de que todos ponen. Los puristas del lenguaje no tardaron en fustigarlo con que la palabra correcta era perinola, con e, y no pirinola, con i.
Quizás la forma más tradicional sea perinola, pero en Bogotá, y en general en Colombia, lo mismo que en México, Chile, Nicaragua, El Salvador y Honduras, se ha impuesto la forma pirinola, opción que recogen el Diccionario de americanismos, 2010, y el Diccionario de la lengua española, 2014.
Cómo se escribe
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