14 de Diciembre de 2024 /
Actualizado hace 13 hours | ISSN: 2805-6396

Openx ID [25](728x110)

1/ 5

Noticias gratuitas restantes. Suscríbete y consulta actualidad jurídica al instante.

Mirada Global


La economía compartida versus los gremios tradicionales

10 de Noviembre de 2015

Reproducir
Nota:
16556
Imagen
daniel20raisbeck2016-1509242499.jpg
Daniel Raisbeck

 

 

En Bogotá, el conflicto entre la plataforma digital Uber y el gremio de los taxistas ha causado un revuelo mediático.

 

Los grandes propietarios de taxis, un lobby políticamente poderoso, acusan a Uber de operar ilegalmente en Colombia y de competir de manera desleal, ya que los proveedores del servicio no están sujetos a las mismas restricciones e impuestos que deben pagar los taxis amarillos.

 

Por otro lado, la compañía asevera que el argumento de los taxistas no es válido, ya que Uber no es una empresa de transporte, sino “una plataforma que hace la intermediación” entre un pasajero y un conductor que ya tiene un permiso para operar.

 

De tal manera, dice Michael Shoemaker, gerente de Uber en Bogotá, la compañía utiliza la tecnología digital para corregir deficiencias en el mercado, deficiencias - o atropellos- que cualquier usuario de taxis en la ciudad conoce muy bien. 

 

La batalla legal y mediática entre Uber y el gremio de taxistas en Bogotá no es un caso aislado: disputas muy similares han surgido en numerosas ciudades, entre ellas, Londres, Nueva York y Ciudad de México.

 

Es posible, sin embargo, que este episodio sea tan solo el inicio de una larga confrontación entre agrupaciones comerciales tradicionalmente protegidas o privilegiadas por el Estado y los innovadores que amenazan su existencia por medio de la tecnología digital y la “economía compartida”, de la cual Uber es un solo ejemplo en el ámbito vehicular.

 

En San Francisco, California, de hecho, los votantes deben ir a las urnas el 3 de noviembre para refrendar la legalidad de Airbnb, una exitosa plataforma virtual que le permite al dueño de una propiedad arrendar su predio parcial o completamente a terceros que, como en Uber, obtienen calificaciones como usuarios del sistema.

 

Como reporta Business Insider, Airbnb está valorada en 25.000 millones de dólares y su mayor mercado es París. La compañía opera en todo país del mundo, excepto en Siria, Irán y Corea del Norte.

 

No obstante, Airbnb ha causado perturbación en San Francisco, la ciudad en donde está basada la compañía. Sus contradictores argumentan que el alquiler de corto plazo de apartamentos y habitaciones ha incrementado excesivamente el precio de los arriendos, razón por la cual muchos arrendatarios de largo plazo han debido abandonar la ciudad.

 

A la vez, Airbnb amenaza a la industria hotelera y, sobre todo, a los hoteles de bajo costo. La revista The Economist cita un estudio de la Universidad de Boston, según el cual Airbnb, de seguir creciendo al paso actual, podría restarles a los hoteles económicos un 10 % de sus ingresos en estados como Texas, en el 2016. Por ende, el lobby hotelero también se ha sumado a los contradictores de Airbnb.   

 

Por otro lado, la compañía y los residentes que la apoyan sostienen que, en San Francisco y otras urbes, Airbnb les permite a muchos propietarios incrementar sus ingresos y, de tal manera, permanecer en la ciudad pese a los altos costos de vida.

 

La revista Wired, de hecho, cita al jefe de estrategia global de Airbnb, Chris Lehane, quien dice que, en San Francisco, la compañía representa “un salvavidas para la clase media” que, al compartir su vivienda con fines económicos, adquiere la capacidad de pago necesaria para vivir en la ciudad.

 

Concretamente, los residentes de San Francisco deben pronunciarse al respecto por medio de un referendo llamado la “Proposición F”, la cual busca imponer un límite de 75 días al año para alquilar una casa, habitación o apartamento al corto plazo por medio de Airbnb o compañías similares.  

 

Como explica Business Insider, esto representa “un tope legislativo al crecimiento de Airbnb. Y es una legislación peligrosa y diferente a todos los obstáculos legales que ha enfrentado la compañía”, ya que la decisión final solo podrá ser revertida por medio de un nuevo referendo.

 

Mientras que, en San Francisco, la resistencia en contra de los innovadores digitales que están sacudiendo a industrias arraigadas como la de taxis u hoteles es sobre todo legal y política, en Bogotá hemos visto expresiones físicas de esta misma lucha neoludita.

 

Lo más probable, sin embargo, es que el impulso de la economía compartida en la era digital, la cual beneficia sobre todo al consumidor, sea imposible de frenar.

Opina, Comenta

Openx inferior flotante [28](728x90)

Openx entre contenido [29](728x110)

Openx entre contenido [72](300x250)