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La crítica jurídica en nuestra América
23 de Abril de 2015
A propósito de la ‘X Conferencia Latinoamericana de Crítica Jurídica’
Freddy Ordóñez Gómez
ILSA
En noviembre del 2004, se celebró la I Conferencia latinoamericana de crítica jurídica, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como un espacio en el cual se pudieran hacer reflexiones prácticas sobre los fenómenos de poder, hegemonía, violencia y desigualdad que atraviesan nuestras sociedades. Este mes se celebra la décima edición de la conferencia.
La crítica jurídica, como corriente teórica, aparece en la región en la década de los setenta, con el estudio de lo jurídico y el cuestionamiento de sus corrientes dominantes como eje de análisis, y con la orientación de revelar el papel del derecho en la reproducción de las desigualdades sociales y las múltiples dimensiones y articulaciones de este con la economía, la política, el poder y la ideología.
Sucesos sociopolíticos en nuestra América, como la Revolución Cubana, la injerencia de EE UU por intermedio de la Alianza para el Progreso, el triunfo de la Unidad Popular de Salvador Allende, las dictaduras militares en el Cono Sur, el retorno de la democracia, la irrupción del neoliberalismo y la globalización, el triunfo de gobiernos progresistas o neopopulares, etc., que históricamente se fueron presentando, han sido determinantes en las formulaciones de la teoría y la praxis crítica del derecho.
Antonio Carlos Wolkmer, en su Introducción al pensamiento jurídico crítico (ILSA, 2003), señala las principales corrientes de la crítica jurídica en Latinoamérica: en México, el grupo constituido alrededor de la revista Crítica jurídica y el trabajo dirigido por Jesús Antonio de la Torre; en Colombia, el Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA); en Argentina, los estudios de los representantes de la teoría crítica del derecho, y en Brasil, las trayectorias críticas del derecho en ese país, entre las que se destaca su orientación hacia el direito alternativo. Estos grupos tuvieron la influencia, en mayor o menor medida, de las tendencias norteamericana y francesa de las teorías críticas del derecho –anteriores a estas en los casos mexicano y argentino– y del marxismo.
En el caso particular de Colombia, la corriente se ha orientado más hacia el uso alternativo del derecho que hacia la reflexión doctrinal crítica; es decir, se desarrollaron escuelas especializadas en la técnica jurídica, principalmente en ONG, que ven el derecho como otro espacio de la disputa entre sectores sociales con intereses contrapuestos, pero estos ejercicios no implicaron necesariamente análisis y construcción teórica.
Así, se cuenta con una gran experiencia y trayectoria en servicios legales populares, pero con un limitado pensamiento jurídico revolucionario (ausente totalmente de las universidades hoy en día); lo anterior lleva a que, por ejemplo, sean pocos los cuestionamientos a la Carta Política del 91, a la Corte Constitucional y al Sistema Interamericano. Esta separación de la teoría y la práctica ha llevado a que muchos académicos o grupos hayan abandonado la crítica jurídica y se orienten más, en la actualidad, hacia la sociología jurídica, la ciencia política, la estrategia reformista de mejorar los contenidos del derecho; en últimas, hacia la validación del orden imperante.
Es de destacar en este recorrido la producción editorial de los juristas críticos, producción que hoy en día se mantiene. De esta manera, se tiene la permanencia de las publicaciones periódicas Crítica jurídica (fundada en 1984) y El otro derecho (creada en 1988), a las que se suman la voluminosa obra Crítica jurídica na América Latina (2013), coordinada por Antonio Carlos Wolkmer y Oscar Correas; los libros editados por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades - Programa de Investigación Derecho y Sociedad; la reimpresión de textos esenciales como Desde otra mirada, compilado por Christian Courtis (Eudeba, 2009), y las publicaciones del Grupo de Trabajo de Clacso, “Crítica jurídica latinoamericana: movimientos sociales y procesos emancipatorios” (en preparación). Las publicaciones han estado acompañadas, por supuesto, de eventos locales, seminarios, cursos universitarios y abogacía popular.
Así, se puede afirmar que la crítica jurídica está vigente en nuestra América, y que presenta además una expansión tanto espacial como temática: existen juristas, investigadores de diferentes disciplinas y grupos de crítica jurídica en México, Costa Rica, Cuba, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina y Chile, que reflexionan sobre la relación entre derecho y capitalismo, los movimientos sociales y la criminalización de la protesta social, el Estado y el constitucionalismo en América Latina, la educación jurídica, el trabajo y el derecho, el feminismo y las perspectivas de género, la espacialidad y la territorialidad capitalista, el pluralismo jurídico, los derechos humanos, el derecho internacional, la criminología, la soberanía alimentaria, la justicia transicional, etc., reflexiones que no pierden la perspectiva emancipatoria.
La X Conferencia latinoamericana de crítica jurídica se lleva a cabo del 20 al 24 de abril en la UNAM, y tendrá una 2ª Jornada en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, del 27 al 30 de abril. El evento está marcado políticamente con la denuncia del crimen de los 43 normalistas: “Por la memoria y contra el olvido, Ayotzinapa somos todos/as” es la frase central de la convocatoria de la Conferencia. En total, serán 13 mesas de discusión que reafirman la iniciativa como el espacio de debate por excelencia del pensamiento crítico del derecho, el cual, además de estar vigente y consolidado, se ha abierto camino nuevamente hoy en América Latina.
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