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Actualizado hace 4 hours | ISSN: 2805-6396

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Al Margen


La “chiva” del siglo

14 de Mayo de 2012

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Ilustración: Jorge Lewis

Solo 17 reporteros cubrieron la firma de la rendición del ejército alemán a las tropas aliadas, el 7 de mayo de 1945. Era la noticia que estaba esperando el mundo: el fin de la Segunda Guerra Mundial.

 

Sin embargo, la información se mantuvo en secreto, mientras se hacía el anuncio oficial. Por lo menos esa fue la orden impartida por los aliados, quienes acordaron, a solicitud de la Unión Soviética, hacer una ceremonia oficial en Berlín al día siguiente.

 

Pero uno de los 17 periodistas no acató la instrucción. Edward Kennedy, corresponsal de Associated Press (AP), decidió que la noticia era tan importante para la humanidad, que no podía mantenerse en secreto un segundo más.

 

Resuelto, se dirigió a la Oficina de Censura, para advertirles a los encargados que iba a hacer pública la información: “Durante cinco años han justificado que la única razón de la censura era salvar vidas. La guerra ha terminado. Yo mismo asistí a la rendición. ¿Por qué no debe saberse?”, les dijo.

 

A las 9:36 a.m., hora de EE UU, Ed puso a correr la noticia: “Alemania se rindió incondicionalmente a los aliados occidentales y a la Unión Soviética, a las 2:41 a.m., hora de Francia. La rendición tuvo lugar en una pequeña escuela que sirve de cuartel general al general Dwight D. Eisenhower. La rendición, que le puso fin a la guerra en Europa después de cinco años, ocho meses y seis días de matanza y destrucción, fue firmada por Alemania por el coronel general Gustav Jodl”.

 

El mundo reventó de alegría. Pero la “chiva” le costó a AP la prohibición de cubrir cualquier información de guerra durante 50 días, por orden del ejército estadounidense, y a Kennedy, su fulminante despido.

 

En días pasados, 67 años después de que se diera a conocer la noticia, la agencia pidió perdón por haber echado a su reportero. “Una vez que se acaba la guerra, uno no puede retener información de este tipo. El mundo necesita saber”, aseguró a la BBC Tom Curley, presidente ejecutivo de AP y coautor de la introducción del libro La guerra de Ed Kennedy: Día de victoria en Europa, censura y la Associated Press.

 

Las disculpas llegaron muy tarde. Ed murió en 1963, a los 58 años, en un accidente de tránsito. Sin embargo, su hija, Julie, las recibió con agrado: “En la introducción Curley se disculpa, pero no me esperaba que lo hiciera de manera pública. Estoy contentísima”, aseguró al diario El País de España.

 

El otro autor de la introducción del libro, John Maxwell Hamilton, afirmó al mismo diario que Kennedy se comportó como un héroe: “Desafió la censura y las presiones del Gobierno, porque su compromiso estaba con la verdad. Su decisión es la encarnación de las máximas ambiciones a las que debe aspirar un periodismo de calidad”.

 

Aunque hoy hay consenso sobre el correcto proceder de Kennedy, a mediados del siglo XX, la cosa era a otro precio. Cuenta El País que The New York Times descalificó al corresponsal de guerra, acusándolo de haberle hecho “un flaco favor a la profesión”. De paso, el periódico estadounidense criticó a la AP por haberse atribuido la exclusiva: “Si fue una primicia, fue solo porque el resto de los 16 colegas del señor Kennedy decidieron mantener sus compromisos”.

 

El pasado 3 de mayo, se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Sin duda, el capítulo de la historia del periodismo que escribió Kennedy nos recuerda el fin de esta celebración: “Fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.

 

(Fuentes: cultura.elpais.com y bbc.co.uk)

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