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Actualizado hace 6 hours | ISSN: 2805-6396

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Curiosidades y…


Gotas de humor

27 de Junio de 2014

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Antonio Vélez

Antonio Vélez

 

 

 

 

 

Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana...

De la primera no estoy seguro”

Albert Einstein

 

Existe multitud de frases célebres, célebres por el prestigio del autor y por la sabiduría desplegada, también por su oportunidad, o por su humor, o por su ingenio, ingrediente este que va relacionado con el anterior. Las frases seleccionadas aquí se caracterizan, más que todo, por su humor.

 

A Woody Allen, siempre huyéndole a los conflictos para acabar involucrado en ellos, le debemos bastantes frases célebres. Allen gusta de la burla por medio de frases oportunas y chistosas: “La música japonesa es una tortura china” es una manera de explicar el desagrado que nos producen los sonidos extraños. Y aquí nos toma el pelo con esta aparente perogrullada: “En los aviones el tiempo se pasa volando”. De la eficiencia de los políticos, como casi todo el mundo, piensa mal, pero bien: “Los políticos tienen un problema para cada solución”. El humorista brasilero Millor Fernandes tampoco piensa bien de la clase política: “¿Cuál es la diferencia entre un político y un ladrón?”, se pregunta, y él mismo responde: “Se diferencian en que al primero lo elijo yo, mientras que el segundo me elige a mí”.

 

Mark Twain, famoso por Las aventuras de Tom Sawyer, fue un humorista integral, maestro de la exageración, a la que unía la hipérbole con un tono de broma refinada. Después de una vida aventurera, en la que desempeñó mil oficios y obtuvo escasos beneficios, escribió sus experiencias, pero las deformó cuando le convenía. Así opinaba del apetecido Cielo: “Prefiero el cielo por el clima, pero el infierno por la compañía”. Siempre se mostró irónico y pesimista: “Hay tres clases de mentirosos: los mentirosos, los malditos mentirosos y las estadísticas”. No perdonó a unos periodistas que anunciaron prematuramente su muerte: “Puedo decir que los rumores sobre mi muerte son exagerados”.

 

George Bernard Shaw, dramaturgo irlandés y premio Nobel de literatura de 1925, pensaba con crudeza, pero acertadamente: “Un gobierno que le quita a Juan para darle a Pedro siempre puede contar con el apoyo de Pedro”. De la juventud no tenía buen concepto: “Es una lástima que siendo tan maravillosa la juventud, se malgaste en los jóvenes”, o “La juventud es una enfermedad que se cura con la vejez”. 

 

Son incontables las frases jocosas de Groucho Marx, un profesional en ese oficio, comenzando por el final, por su epitafio: “Perdonen que no me levante”. Y así se presentaba: “Yo no pertenezco a un club que reciba tipos como yo”. Siempre burlón decía: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. De una señora muy fea, dicen que le dijo: “Nunca olvido una cara, pero en su caso haré una excepción”. Se burlaba del mundo entero: “Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente”. Y de sus amigos decía, en charla, claro está: “Perdonen que los llame caballeros, pero es que no los conozco muy bien”.

 

El poeta Robert Frost se mofaba del típico empleado de oficina, con merecida razón: “El cerebro es un órgano maravilloso. Comienza a funcionar desde que uno se levanta por la mañana y no para hasta que uno llega al trabajo”. Henry Louis Mencken se caracterizó siempre por su sabiduría a contracorriente: “Para todo problema hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada”. Y en otro sitio afirmaba con cierta crudeza: “Es pecado pensar mal del prójimo, pero rara vez es un error”. El actor Patrick Murray no tenía buena opinión del matrimonio: “Tuve mala suerte con mis dos esposas. La primera me dejó, y la segunda no”.

 

Para terminar, démosles la palabra Tola y Maruja, crueles pero certeros: “La ventaja del Alzheimer es que a uno no se le acaba el tema”. Marino Castrillón, profesor jubilado de la Universidad de Antioquia, pensaba mal de los colombianos. Se inventó esta historia: “Dos deportistas colombianos trajeron cinco medallas de oro y tres de plata de los pasados juegos olímpicos. Ya fueron apresados y puestos a órdenes de las autoridades”.

 

 

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