Cultura y derecho
Glosas
30 de Noviembre de 2012
José Arizala |
Como su nombre lo indica, este es un breve comentario a una página del libro Acotaciones hermenéuticas, de Hans Georg Gadamer, que hemos mencionado en otra ocasión. Son breves comentarios, como señala su editor, de algunos temas marginales en su obra sistemática, pero no por ello menos interesantes que sus ensayos de mayor hondura y como todos los suyos, bellamente escritos.
Una de estas glosas toca el tema de Goethe y Heráclito. Gadamer demuestra en ella, “cómo en los poemas de Goethe se compenetran el pensamiento y la poesía. Por ejemplo, en un fragmento de Prometeo dice el poeta alemán: ‘¡Todo suena en ti, se estremece y tiembla y en un sentir interno y propio abarca todo un mundo!’. Goethe veía en Prometeo el ancestro de la humanidad que despierta a la libertad. Desde luego, Goethe sigue a Esquilo, pero este semidiós es otro; ‘Es alguien que se defiende resueltamente de Zeus y de su dominio’. ‘¡Aquí mi mundo / mi universo / Aquí siento que soy yo / Aquí mis deseos todos en forma corporal!”.
Los hijos de Prometeo se convierten en seres vivientes, con virtudes y defectos. “No sois depravados, hijos míos / Sois diligentes y vagos / crueles y compasivos / generosos y avaros / iguales a vuestros hermanos de destino, a las bestias y a los dioses”. Como todo principio, en este caso de la poesía y filosofía griegas, adquiere una profunda dimensión. El nacer, pensar y poetizar son uno, una sola palabra, que comparten la esencia del hombre, su mayor tesoro, pensar, sentir, descubrir lo existente al iluminar la vida y el universo.
Hay un fragmento del texto conservado, cuando Pandora, la hija de Prometeo, ve hacer el amor a su amiga Mira con un pastor, sin que aquella pueda entender lo sucedido. Pero Prometeo le explica a su hija: “Y te abandonan todos tus sentidos / Y crees abandonarte tu también, te hundes, y todo en rededor / en noche se sumerge”.
En este corto texto no nos dicen quién es Heráclito. Gadamer espera que el lector lo sepa: del primero entre los primeros filósofos griegos. Del creador del Logos, de la Razón, del mayor descubrimiento de la mente humana y, por lo tanto, en cierta manera, el creador del universo, que para algunos es una “parte de dios”.
La importancia que Heráclito concede a la Razón podría, entre otros, deducirse de esta frase: “La sabiduría se adquiere mediante los sentidos, pero los ojos y los oídos son malos testigos si el alma carece de entendimiento”. “Mira dentro de ti mismo y descubrirás el logos, que es la verdad y es común a todas cosas”.
Se considera que Heráclito descubrió la ley oculta de la naturaleza, que todas las cosas viven en pugna. Decía que “la guerra es la madre de todo” y que “la lucha es justicia”. Todo lo que vive, vive de la destrucción de otras cosas. Gadamer afirma que Heráclito reflexionó mucho sobre el sueño, al cual hizo cercano a la muerte: “Cuando alguien está muerto / se extinguen los ojos del hombre / mientras vive, en cambio / roza a los muertos en el sueño / Cuando despierta y semeja encenderse / roza el sueño”.
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