Género y justicia

La organización Women’s Link Worldwide anunció, el pasado 25 de junio, los ganadores de los Premios Género y Justicia al Descubierto, los galardones que, cada año, entrega a las mejores y las peores decisiones con enfoque de género proferidas por jueces de todo el mundo. El podio de los fallos más injustos y reprochables, a los que, como de costumbre, se les dio “garrote”, quedó así:

Garrote de Bronce: Caso niña tzotzil. El juez de paz mexicano Ricardo López Hernández ordenó detener y multar con 24.700 pesos a una menor de 14 años de ese pueblo indígena del Estado de Chiapas, por haber decidido abandonar a su marido y regresar con su familia. La niña permaneció privada de libertad, hasta que la familia pudo reunir el dinero suficiente para pagar la multa.

Garrote de Plata: Castigada por conducir. Las autoridades judiciales de Arabia Saudí condenaron a una mujer a 150 latigazos y ocho meses de prisión, por conducir un automóvil y resistirse al arresto cuando fue detenida por la policía. Cabe recordar que este es el único país que mantiene esa restricción, basada en el sistema de tutela masculina, que obliga a las mujeres a contar con la autorización del familiar hombre más cercano, para manejar, estudiar, trabajar o viajar.

Garrote de Oro: Violación colectiva. Un consejo tribal de la India condenó a una mujer de 20 años a una violación colectiva, por mantener una relación con un hombre de otra comunidad. El tribunal, en principio, había condenado a la pareja al pago de una multa de 25.000 rupias, cada uno. Como la familia de la mujer carecía de dinero, decidió sentenciarla a ese execrable castigo. La mujer fue hospitalizada, en estado crítico, y la policía arrestó a las personas implicadas en la violación.

Por fortuna, al contrario de las anteriores, también hay decisiones que se destacan por reivindicar y garantizar los derechos de las mujeres. Los ganadores de los “malletes” a las providencias más destacadas fueron:

Mallete de Bronce: Genocidio pueblo maya ixil. El Tribunal Primero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala condenó a 80 años de prisión al expresidente de ese país Efraín Ríos Montt, por genocidio y crímenes de guerra, incluidos delitos de naturaleza sexual y violencia de género, como violaciones masivas, desnudez forzada, esclavitud sexual y violencia contra mujeres embarazadas, que eran violadas y a las que frecuentemente les sacaban los fetos rajándoles el vientre.

Mallete de Plata: Prueba de los dos dedos. La Corte Suprema de Bangladesh les pidió al Ministerio de Salud, Bienestar Familiar y la Inspección General de Policía que justificaran por qué las víctimas de asalto sexual eran sometidas a la “prueba de los dos dedos”, un procedimiento invasivo y no concluyente en el que un médico introduce dos dedos en la vagina de una mujer para determinar si fue víctima de abuso sexual. Como respuesta, el Ministerio conformó un comité para redactar nuevas directrices que eliminan esa práctica y ordenan cursos de concienciación para los médicos que atienden a las víctimas.

Mallete de Oro: Caso 160 niñas. El Juzgado del Tribunal Superior de Meru (Kenia) le ordenó a la policía volver a investigar las denuncias de 160 niñas que fueron violadas por sus padres, hermanos, tíos, profesores y vecinos. La policía había ignorado las denuncias, argumentando que las víctimas habían consentido los actos sexuales. El juez destacó que esa actitud contribuyó a perpetuar una cultura de tolerancia a la violencia sexual y el abuso infantil, lo que propició que los victimarios cometieran esos delitos sin temor a ser enjuiciados.

(Fuente: Women’s Link Worldwide)