Verbo y gracia
Formidable
21 de Junio de 2013
Fernando Ávila feravila@cable.net.co |
Pregunta: Hoy encontramos con sorpresa que la palabra formidable tiene un significado contrario al que la mayoría de las personas tenemos (magnífico, maravilloso, extremadamente bueno, excelente, entre otras). ¿Podría por favor aclararnos su verdadero significado y correcto uso?, Sofía Restrepo, Pereira.
Respuesta: El primer significado que le asigna el Drae (Diccionario de la lengua española) al adjetivo formidable es ‘muy temible y que infunde asombro y miedo’, definición que nada tiene que ver con las que usted anota. La segunda es ‘excesivamente grande en su línea’, que ya se acerca bastante. Y la tercera es la que usted da, ‘magnífico’.
Es bien sabido que las palabras evolucionan, pierden letras (bahareque pasa a ser bareque); cambian letras (inflagranti pasa a infraganti), trastrocan sílabas (murciégalo pasa a murciélago), pierden partes (zoológico se simplifica en zoo) y, sobre todo, adquieren nuevos significados.
Esta última característica es notable. Lívido era ‘amoratado’ y hoy es ‘intensamente pálido’; sofisticado era ‘falso’ y hoy es ‘refinado’; idiota era ‘estudioso’ y hoy es ‘tonto’ y, aunque la Academia no lo acepte, bizarro era ‘valiente’ y hoy es ‘extravagante’.
Una palabra más cercana a la de la consultante es monstruo, que incluye entre sus características feúra, crueldad y desorden natural, lo que no impide que llamemos monstruo al periodista Yamid Amat. Y el mismo Drae recoge también el significado con que lo decimos: ‘persona que excede en mucho las cualidades y aptitudes comunes’.
Zorro también es un elogio para el ‘hombre sagaz’, y se les ha dicho así con admiración a grandes políticos y militares, a pesar de que en primera instancia alude al individuo vago, insulso y simple, y a pesar también de que su femenino, zorra, es voz peyorativa para la mujer alegre y vivaracha.
Formidable, pues, es una de esas palabras que, significando originalmente una cosa, terminó por uso equivocado o irónico significando otra, y no hay por qué abstenerse de usarla con los sentidos que dice usted: ‘magnífico’, ‘maravilloso’, ‘extremadamente bueno’, ‘excelente’.
Inpáhu
Pregunta: He visto Fundéu e Inpáhu con tilde, tal como las escribo aquí. Además, esta última, con n antes de p. ¿Por qué?, Clara Lizzeth Rojas.
Respuesta: Porque son palabras agudas terminadas en vocal. En efecto, mire la separación silábica: Fun-déu, In-páhu. Se trata de palabras de dos sílabas, con diptongo en la última, -deu y -pahu. El acento va en esa última sílaba, solo que no en la vocal cerrada (la u), pues no sería diptongo, sino en la abierta, la e, en Fundéu, y la a, en Inpáhu.
Palabras parecidas, porque llevan tilde por ser agudas terminadas en vocal, pero el acento no cae en la última vocal, sino en la anterior, con la que forma el diptongo, son, entre otras, dalái, bonsái, samurái, Hawái, Baréi, Paláu.
En cuanto a la n antes de p, que no va en nombres comunes, campo, mambo, rampa, se admite en siglas y acrónimos, cuyos componentes son con n, como Conpes, Acinpro, Inpáhu.
Latino
Cita: “Daniel Alejandro Pinilla Cadavid se convertirá en el primer latino en ingresar al equipo del pontífice” (Elenco, 23 de mayo).
Comentario: ¡Me la ponen en bandeja! Está claro, sin apenas ver la lista de colaboradores del papa, que la mayoría son latinos. Y la mayoría son latinos, porque la mayoría de esa mayoría son italianos (¿habrá algo más latino que un italiano?). Luego están los españoles, franceses y portugueses, que también son latinos.
Se olvida a veces al escribir estas frases, que latino es el que habla una lengua derivada del latín, como castellano, catalán, mallorquín, gallego, portugués, francés, italiano, rumano, moldavo y otros más de las antiguas colonias romanas. Y se olvida también que la Iglesia de la que se está hablando se llama justamente latina, por oposición a la oriental, con sus patriarcas, su pomposa y lenta liturgia y sus idiomas eslavos y árabes.
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