Opinión
Estamos con Venezuela
09 de Abril de 2014
Habrán pasado más de diez años desde la última vez que se publicó un editorial en ÁMBITO JURÍDICO, y hoy lo hacemos de nuevo para expresar públicamente nuestra voz de rechazo a todas las formas de represión y de violencia que, de manera lamentable, siguen tomando fuerza en medio de la crisis que atraviesa la hermana nación venezolana.
En el vecino país, la violencia oficial no solamente ha socavado valores fundamentales del Estado de Derecho, como el respeto a la vida y a las protestas democráticas, sino que ha asfixiado sistemáticamente las libertades de prensa y expresión, así como el derecho a ejercer oposición política, pilares básicos de todo régimen civilizado. Más preocupante aún, es que haya anulado la separación de los poderes públicos encarcelando o intimidando a los líderes opositores, violando domicilios y desconociendo en muchos casos la legitimidad de títulos de representación popular, todo esto, acompañado de un uso excesivo de la fuerza policial contra los ciudadanos, especialmente mujeres y estudiantes.
Ni siquiera los medios de comunicación, que deberían informar libremente al país y al mundo, han escapado a los excesos de la represión y la censura. Según cifras recientes, al menos 13 periódicos han salido de circulación, mientras que otros 17 se han visto obligados a reducir su tamaño, entre otras razones por no contar con insumos básicos como el papel para su normal funcionamiento.
Ante este dramático escenario, Andiarios, el gremio que representa a los periódicos colombianos, envió en préstamo un cargamento de 52 toneladas de papel a algunos de los principales periódicos de Venezuela, en un hecho histórico de solidaridad que busca mitigar el impacto de las medidas adoptadas por el Gobierno.
En momentos de alta tensión como los que atraviesa hoy Venezuela, es imperativo volver a las nociones básicas del Derecho y la Ciencia Política que nos hablan de legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio del poder, entendiéndolas como dos caras inseparables de una misma moneda, sin las cuales, la titularidad jurídico-política del poder democrático queda, a su vez, deslegitimada.
Como a todos los demócratas del mundo, nos duele Venezuela.
La Dirección
*Estas notas editoriales no tendrán una periodicidad permanente; aparecerán solo cuando así lo decidan la Dirección y el Consejo Editorial de ÁMBITO JURÍDICO.
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