Epílogo
16 de Mayo de 2013
Las presentes reflexiones no están escritas a título de crítica, sino como insumos para la deliberación, la cual estimamos debe ser amplia, detenida y técnica.
Si algo se requiere en el sector salud es precisamente desprevenir los espíritus y entablar un escenario de diálogo constructivo, en el que se anteponga el bien común a las expectativas particulares legítimas.
Por ello sugerimos favorecer un ambiente ponderado de reflexión y un amplio espacio de discusión parlamentaria sobre la materia. Evitar el apresuramiento se antoja esencial en un tema como el presente.
Ello no implica no abordar temas coyunturales. Frente a dificultades inmediatas, sería recomendable adoptar un plan de choque que se desarrolle mediante medidas administrativas, acuerdos de gestión y eventualmente decisiones legislativas, tales como las contenidas en la denominada ley de cuentas maestras.
En tanto este plan se ejecuta y se solucionan progresivamente inconvenientes, avanzaría el Congreso y el país en un diálogo constructivo y en una intensa confrontación de posturas para decantar la síntesis dialéctica que permita preservar el sistema que hemos construido, con la redefinición estructural que se antoja esencial. Anticipadamente habrá que concertar las definiciones estatutarias del derecho y, en paralelo, consolidar el tejido social para que recobremos la legitimidad institucional en esta materia, a través de un gran acuerdo nacional por la salud.
Adoptar las nuevas leyes en septiembre del 2013 o en junio del 2014 no generará circunstancias diferenciales determinantes. Además, porque la salud, como la seguridad social, tendrá que entenderse como decisión estratégica del país, que trascienda periodos gubernamentales, pues su éxito dependerá precisamente de la consistencia, de la visión de futuro y de la integralidad con la que se asuman, como factores esenciales para la consolidación del Estado constitucional de justicia en el que estamos comprometidos, con mayor razón si somos capaces de pasar la página del conflicto y alcanzar la paz.
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