Al Margen
En bikini en Dubai
23 de Julio de 2012
Dos tuiteras emiratíes emprendieron una campaña para que los occidentales respeten la cultura islámica y se vistan de una manera más apropiada en lugares públicos.
Cansadas de que los y las turistas anden por ahí exhibiendo hombros y muslos, las microblogueras piden que una ley les haga respetar a propios y extraños los códigos de vestimenta que impone su cultura. “La forma en que algunas personas se visten aquí es ofensiva para nuestra creencias (…). Los centros comerciales son lugares públicos y hay familias y niños”, explica una de ellas.
Según se dice, la campaña la desató el hecho de que, últimamente, es común ver a los turistas caminar en vestido de baño por las calles, e incluso a una que otra rubia haciendo compras en bikini. Por eso, algunos partidarios de la iniciativa han pedido que se pueda levantar una queja por vestimenta inadecuada ante las autoridades de policía.
Sin embargo, a pesar de lo sentido del reclamo, lo más probable es que la propuesta no tenga mayor eco. Paradójicamente, en los Emiratos Árabes Unidos, los nacionales son apenas el 20 % de los ocho millones de personas que habitan el país. Y si a eso se le suma el hecho de que, políticamente, un endurecimiento de las reglas de vestimenta podría ser visto como un gesto de respaldo a los grupos extremistas, el asunto no parece tener mucho futuro.
La situación contrasta con lo ocurrido hace dos años en Francia, donde reside la mayor comunidad musulmana de Europa (unos seis millones de personas), cuando el Parlamento proscribió el uso del velo islámico integral, a partir del 2011.
La ley, que prohíbe “la disimulación del rostro en el espacio público”, castiga con una multa de 150 euros (unos 327.000 pesos) a quienes la infrinjan. Además, los esposos o compañeros que obliguen a sus parejas a utilizar el velo pueden ser condenados a un año de prisión y una multa de 30.000 euros (algo más de 65 millones de pesos).
Durante el trámite de la norma, la entonces ministra de Justicia, Michelle Alliot Marie, afirmó que vivir con el rostro descubierto “es un asunto de dignidad e igualdad”. Argumento que, en últimas, también podrían esgrimir a su favor los partidarios de que los occidentales que caminen más cubiertos por las calles de Dubai.
Velo y fútbol
La controversia por los códigos de vestimenta no ha sido ajena al ámbito deportivo. En el 2007, la FIFA prohibió que las futbolistas de países islámicos usaran el velo en sus competiciones, en parte por el supuesto riesgo de sufrir lesiones en el cuello, y en parte para garantizar que no se exhibieran símbolos políticos o religiosos en los partidos.
Pero el pasado 6 de julio, la International Football Association Board tumbó la prohibición, entre otras cosas, porque no existe evidencia médica de que las jugadoras puedan lesionarse por usar el velo islámico (claro, tampoco podrán cabecear como Falcao).
La medida se comenzará a aplicar una vez finalicen los Juegos Olímpicos, competencia de la que, precisamente, quedó eliminada la selección femenina de Irán, porque sus jugadoras se negaron a quitarse el velo para enfrentar sus similares de Jordania, en la segunda ronda de los juegos de clasificación.
(Fuentes: BBC Mundo y El nuevo Herald)
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