Cultura y Derecho
El rostro del abandono: las fotografías de Chris Arnade
06 de Julio de 2016
Andrés Mejía Vergnaud
@AndresMejiaV
“Si quieres ir a caminar al Bronx es asunto tuyo, pero te advierto: no vayas a Hunts Point”. Ese día, justo tras haber escuchado esas palabras, Chris Arnade tomó su cámara y empezó a caminar. ¿Destino? Solo podía ser Hunts Point. Ese sector del sur del Bronx, en la ciudad de Nueva York (EE UU), es una especie de terreno baldío de vida, abandonado a la muerte. A la muerte por sobredosis. A la muerte por enfermedades. O a la muerte en una lucha callejera por un poco de droga. Pese a ello, sería injusto no llamarlo vecindario, pues allí viven seres humanos: seres humanos a quienes no nos corresponde juzgar, pues ignoramos sus historias de vida, y la manera como esas historias han desembocado en ese mundo gris de abandono, adicción, pobreza, prostitución y delincuencia.
Pese a todas las advertencias, pese a la certeza de los peligros que allí corría, Chris Arnade caminó hacia Hunts Point. Y allí volvería muchas veces. Y de sus caminatas por ese sector, de su contacto con sus habitantes y con quienes transitan por este, y de su contacto con sus duras realidades, nació la serie Faces of Addiction (Rostros de la adicción), compuesta por 279 fotografías que a manera de crónica siguen las vidas de varios de los habitantes de Hunts Point. Las fotografías pueden ser vistas de manera gratuita en internet, en Flickr: basta buscar por Google con el título de la serie y el nombre del fotógrafo, Chris Arnade.
¿Quién es este hombre, que un día cualquiera decide caminar por Nueva York, pero no por sus rutilantes calles, sino por un vecindario sucio y peligroso del Bronx? Chris Arnade es, de cierta manera, tan misterioso como su propia decisión de ir allá. Su vida empezó con un rumbo muy diferente: en 1992 se doctoró en Física en la Universidad Johns Hopkins. Luego da un primer giro, y empieza a trabajar en Wall Street, en una de sus más famosas firmas, Salomon Brothers. Hay que decir que este no es un giro inusual: las firmas del mercado de valores gustan mucho de las personas con estudios en disciplinas como la Física, por las competencias matemáticas que desarrollan. Y en Wall Street trabajó durante muchos años, y ganó mucho dinero.
Pero vino entonces la tragedia: la crisis económica del 2008, y sus efectos posteriores. Fue entonces cuando Chris Arnade perdió su empleo en el sector financiero. Según su propio relato, salió a caminar; a caminar por Nueva York. Y decidió seguir caminando, y tomar fotografías. No de aquellos lugares a los que la vida de Wall Street le tenía acostumbrado, sino todo lo contrario: los extremos de vida sencilla, que contrastaban con la excentricidad del sector financiero; los extremos de vida comunitaria, que tanto diferían del individualismo y la competencia a muerte del mundo de la banca; y los extremos de abandono material en que muchos vivían, apenas a pocos kilómetros de Wall Street.
Su hábito de andar, de ver, de pensar y de fotografiar lo llevó no solo a documentar la vida del sur de Bronx, sino, más recientemente, a realizar un hallazgo de gran valor sociológico pero hasta ahora inadvertido: el papel que ha adquirido McDonald’s en las comunidades pobres, segregadas y vulnerables de EE UU. Sí, McDonald’s, el restaurante de comidas rápidas, que en EE UU ofrece comida muy barata, que está al alcance de este tipo de personas.
En sus caminatas, Chris Arnade empezó a notar que en estas zonas deprimidas la gente se reunía en McDonald’s. De hecho, preferían reunirse allí, y no en los centros especializados de ayuda social. ¿Por qué? ¿Qué encuentran en un McDonald’s? Encuentran café barato, comida barata, y encuentran comunidad. Encuentran alguien con quien hablar. Encuentran gente que tiene historias similares a las suyas. Encuentran amigos, hallan compañía. Y con ellos pasan los días enteros, sin que les acosen ni les pidan que se vayan. Dice Arnade: “En tiempos en que muchos estadounidenses de bajos ingresos se sienten aislados por la uniformidad decadente de las cosas, el vacío de sus empleos y de los medios, ansían tener redes sociales de verdad (...). Y las hallan a su manera, orgánicamente, a través de todo el país, en los McDonald’s” (The Guardian, 8 de junio del 2016).
Esta última aventura, este último descubrimiento, ha sido también documentado por Arnade en una serie de fotografías que pueden hallarse gratuitamente en Flickr, buscando por Google el nombre del fotógrafo. Están allí, las fotos y las historias.
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