En la ventana
El presidente gay
04 de Junio de 2012
Cristina Castro |
La portada de la revista Newsweek le dio la vuelta al mundo. El rostro del primer mandatario de EE UU con una aureola compuesta por los colores de la causa LGBT y el título Obama el primer presidente gay eran bastante dicientes. Con sus declaraciones a favor del matrimonio de parejas del mismo sexo, Obama alborotó al mundo entero.
Esto se debe en gran parte a que, en la mayoría de países, las principales conquistas de los derechos civiles no las logran los presidentes, sino la justicia. Y cambios tan profundos como el reconocimiento del matrimonio a las parejas del mismo sexo pocas veces son jalonados por el poder Ejecutivo. Se necesita por lo general de un fallo judicial para que estas tengan eco y respaldo en el medio político. El aborto, la legalización de la droga, la eutanasia y los temas de la población LGBT casi nunca son una bandera electoral.
Con Obama pasó lo contrario. Sus declaraciones sobre el matrimonio gay eclipsaron el panorama político a pocos meses de las elecciones. Lo que pocos registran es que lo curioso no es que EE UU se movilice ahora por aprobar el matrimonio gay, sino que no lo haya hecho antes. Muchos países occidentales ya superaron ese debate. Holanda, en el 2001; Bélgica, en el 2003; España y Canadá, en el 2005; Sudáfrica, en el 2006; Noruega y Suecia, en el 2009, y Portugal, Argentina e Islandia, en el 2010.
A Obama solo le faltaba manifestarse alrededor del matrimonio. Durante su campaña fue enfático en afirmar que EE UU debía extender todos los derechos federales para las parejas del mismo sexo. Y ya en el poder derogó la política de “no preguntes, no cuentes” que prohibía a los miembros de las Fuerzas Armadas revelar su orientación sexual. En materia de acceso a la salud, Obama también obligó a los hospitales a garantizar el derecho de estas parejas a tener visitas y a tomar decisiones en nombre del otro.
Como la aprobación del matrimonio es un tema federal y el presidente no tiene más que una opinión de peso habrá que esperar para ver si el factor Obama hará que las cosas empiecen a cambiar.
Opina, Comenta