El año de los gais

Cristina Castro cristinacastrop@gmail.com

Todo parece indicar que el 2013 será un buen año para la lucha por las libertades individuales. Un buen ejemplo de ello son los debates sobre el matrimonio gay. Hoy ese pulso se vive con gran intensidad en las principales potencias del mundo. Basta solo ver algunos ejemplos, para vaticinar lo que podría pasar.

En EE UU, al aval del presidente Obama a las uniones de estas parejas se sumará una decisión sobre el tema de la Corte Suprema de Justicia. La Corte estudiará si es constitucional la decisión de California de consagrar que el matrimonio es “entre un hombre y una mujer”. Si el alto tribunal tumba esa disposición, es posible que también se caigan las prohibiciones de otros Estados.

En Inglaterra, el primer ministro David Cameron aseguró que la aprobación de estas uniones es una de sus más firmes apuestas personales y políticas. A pesar de que es representante conservador, enfrenta una dura pelea con la iglesia anglicana. Como esta se opuso al matrimonio gay, el proyecto de ley que busca su aprobación le prohíbe a esta iglesia celebrar este tipo de bodas. Las otras religiones tendrían libertad para realizarlos o negarse. Este año se espera el debate en el parlamento británico.

España también recibió el 2013 con un espaldarazo a este tema. Hace un mes, el Tribunal Constitucional avaló la ley del 2005 (del gobierno socialista de José Luis Rodriguez Zapatero) que consagró el matrimonio gay. Cuando el país tornó a la derecha, muchas de las grandes conquistas de este tipo de derechos intentaron reversarse por medio de demandas. Pero la justicia de ese país no permitió que se diera marcha atrás, aun contra los deseos de Mariano Rajoy.

Y en Francia el tema se siente hasta en las calles, donde hay multitudinarias protestas contra de la idea de Francois Hollande de pasar una ley en ese sentido. A pesar de que el 70 % de los franceses apoyan a Hollande en esa apuesta, los grupos religiosos piden un referendo para que esa aprobación la dé el pueblo y no el Congreso.

Si las cosas siguen como empezaron, el 2013 promete ser un año de grandes cambios o al menos uno muy interesante.