Curiosidades y…
Curiosidades
04 de Mayo de 2011
Antonio Vélez
En los ratos de ocio, los humanos nos dedicamos a perder el tiempo, a veces de manera divertida, o con el propósito de enfrentar ciertos desafíos, o de crear algo poco usual. Batir un récord puede revertir en dinero, pero otras veces no tiene más importancia que la de elevarnos el ego, y la creación humana tiene algo de esos dos motivos. Perdamos cinco minutos, entonces.
El cuento de terror más corto se le atribuye al escritor Augusto Monterroso: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Le compite el siguiente, de autor desconocido (para mí): El último hombre que quedaba sobre la tierra se tendió en su cama. En ese momento tocaron a la puerta. Y puede hablarse, con razón, del drama más corto que se haya escrito en inglés, en tres actos: Hired. Tired? Fired! (Contratado. ¿Cansado? ¡Despedido!).
El poema más corto conocido, titulado To fleas (A las pulgas), es el siguiente: Adam (Adán) / had´em (las tuvo). Es difícil encontrar un soneto más lacónico que este, de no sé quién: ¡k / b/ c/ a! / ¡a/ le/ t/ a! / ¡c/ k/ e! / ¡Oh/, k/ yo!
Y el siguiente, del poeta Manuel Machado, sólo tiene una palabra por línea: Frutales/Cargados. / Dorados/Trigales. / Cristales/ahumados. / Quemados/Eriales. / Umbría. / Sequía. / Solano. / Paleta/completa: /verano.
Un palíndromo es una palabra, número o frase que se lee igual hacia adelante o hacia atrás. Cuando se trata de un número, se lo llama capicúa. Es sensato suponer que el “primero del mundo” sea el que trae James Joyce en Ulises: Madam, I'm Adam, proferido por Adán cuando conoció a su compañera de Paraíso. Guillermo Cabrera Infante lo adapta así al español: Nada, yo soy Adán.
La aritmética también tiene sus palíndromos: el más pequeño que contiene los 10 dígitos y, a la vez, es un número primo, es 1023456987896543201, encontrado apenas en 1980. Y si de lo más corto pasamos al extremo opuesto, nos encontramos con el palíndromo más largo. Fue escrito en inglés y tiene 66.666 palabras. Se trata de una novela que puede leerse de adelante hacia atrás y de atrás hacia adelante. Mejor será creer sin verificarlo.
En la Universidad de Göttingen existe un manuscrito en que se describe la construcción, con regla y compás, de un polígono regular de 65.537 lados. El autor perdió 10 años de su vida en la demostración. Nadie ha tenido el valor de comprobarla. Algo similar ha ocurrido con los Principia Mathematique: tiene 2.000 páginas y nadie en el mundo lo ha leído completamente; ni los mismos autores -alegan-, pues Bertrand Russell leyó solo su parte, y lo mismo hizo Alfred Whitehead, el coautor.
Con el fin didáctico de aprender de memoria las primeras cifras decimales de Pi, el colombiano R. Nieto París, en un momento de ociosidad, compuso un “poema” en el que aparece el famoso número disfrazado o codificado en forma alfabética. Basta cambiar cada palabra del texto por el número de sus letras, para que se revele el valor de Pi con 31 cifras decimales exactas: Soy p, lema y razón ingeniosa/ de hombre sabio que serie preciosa / valorando enunció magistral./ Con mi ley singular bien medido/ el amplio orbe por fin reducido/fue al sistema ordinario cabal.
La idea de hacer una obra que consiste en nada, en blanco, en silencio, se ha extendido por varios campos de la actividad creativa humana. Hay una obra “pictórica” que consiste en un lienzo en blanco, y existe un libro, relativamente grande, que no contiene ni una sola palabra. Es famosa una pieza “compuesta” en 1952 por el músico americano John Milton Cage. La obra consiste en tres movimientos o, mejor, en 4 minutos y 33 segundos de silencio: obviamente se llama 4´33´´.
Recomendable para centros comerciales y supermercados.
Opina, Comenta