Al Margen
Contribución precoz
23 de Julio de 2013
Desde el próximo 9 de agosto, los contribuyentes personas naturales deberán presentar su declaración de renta y pagar el impuesto correspondiente. El calvario ya ha comenzado para muchos. Calculadora en mano, hacen cuentas de sus ingresos, para ver qué tanto de lo que se ganaron con el sudor de su frente en el 2012 debe pasar a buen recaudo en las arcas del Estado.
Facturas, recibos, certificados bancarios, etc., engrosan las carpetas de los ciudadanos que, juiciosamente, cumplen con ese sagrado deber, ayudados por acuciosos contadores, quienes, literalmente, hacen su agosto por esta época.
El asunto genera cierto estrés, que algunos se ahorrarían si la DIAN, con la amabilidad que la caracteriza, les enviara sus reportes, no un día antes de que se venza el plazo para declarar y pagar el impuesto, como suele suceder, sino con la anticipación suficiente para poder verificar que todo está en orden. Pero bueno, eso y sacar el RUT en no más de cinco minutos debe ser mucho pedir.
Por supuesto, hay países mucho más organizados en lo que a su administración tributaria se refiere. Aunque a algunos, como a España, se les va la mano en diligencia.
Hace unas semanas, Emma, una bebé de 19 meses que reside en Sabadell, un municipio de la provincia de Barcelona, tuvo su primera experiencia con el fisco: la Agencia Tributaria le envió un borrador de su declaración de renta, con un saldo a favor de 2,41 euros (unos 6.000 pesos).
Por supuesto, Emma no es asalariada, comerciante ni propietaria. No tiene obligaciones y, según su madre, “¡el único trabajo que tiene es el que nos da para comer y dormir!”. Por su cortísima edad, no es normal que Emma ya tenga una relación, al menos epistolar, con la administración de impuestos. Pero una cuenta de ahorros abierta por sus padres, en la que figura como cotitular, y que generó rendimientos por 13,91 euros (mal contados 35.000 pesos), es la culpable de su precoz idilio tributario.
La mamá de la niña aseguró que no presentará la declaración ni reclamará el saldo que le corresponde. Solo guardará el borrador, “para recordar la anécdota”. Sin embargo, la Agencia Tributaria tiene claro que ninguna norma le permite quedarse con las devoluciones de los contribuyentes. Por eso, estaba obligada a notificarle a Emma el estado de sus cuentas ante la hacienda pública. “Si hubiera sido al contrario y no hubiéramos enviado el borrador, podrían decir que nos hemos apropiado de los dos euros de la niña”, agregan las autoridades.
De hecho, Emma no es la primera bebé contribuyente en España. Hace un año, un niño de 18 meses de Lleida, también en Cataluña, recibió el borrador de su declaración de renta, en el que la agencia le devolvía 53 céntimos de euro (unos 1.300 pesos). Y en mayo del 2009, una niña de tres años que vivía en Cáceres, una ciudad de Extremadura, recibió su borrador de la declaración, con una devolución por 12 céntimos (apenas 300 pesos). “Me compraré un Chupa-Chups”, le dijo la agradecida contribuyente a la prensa española.
(Fuente: lavanguardia.com)
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