Memoriales / Para Tener en Cuenta
Asia-Pacífico: ¿región o bloque económico?
25 de Junio de 2014
Eric Tremolada Álvarez
Doctor en Derecho Internacional y profesor de la Universidad Externado de Colombia.
Abunda la literatura que se refiere a Asia-Pacífico como región. Sin embargo, lo más difícil de establecer en esos y en este escrito, es saber qué se entiende por Asia-Pacífico.
Para unos, es la cuenca o marco geográfico del océano Pacífico, explicación que se soportaría, además, en la conformación del Foro de Cooperación Asia-Pacifico (Asia Pacific Economic Cooperation, APEC), donde tienen cabida países de Asia, Oceanía y América, y hoy cuenta con 21 Estados que rodean este océano (Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, EE UU, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam).
El antecedente que empezó a perfilar esta cuenca del Pacífico como región surgió en 1967, cuando se constituyó el Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico (Pacific Basin Economic Council, PBEC), organización informal, integrada por corporaciones empresariales que buscaban la facilitación de los negocios en la región. Inicialmente, jalonada por líderes de negocios de EE UU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón, a los que se suman los de Corea del Sur, México, Hong Kong, Malasia y Filipinas.
Las propuestas del PBEC solo tienen escenario de deliberación a partir de 1980, cuando surgió el Foro de Cooperación Económica del Pacífico (The Pacific Economic Cooperation Council, PECC), organización tripartita compuesta por empresarios, funcionarios de gobiernos y académicos que, como foro regional, debaten –a título personal– sobre la cooperación y la coordinación de políticas que promuevan el desarrollo económico en la región. Contó, en principio, con la representación de 11 economías –hoy suman 23–, es decir, las mismas de APEC, excluyendo Papúa Nueva Guinea y Rusia, además de Ecuador, Colombia y Mongolia (que no tiene salida al océano).
Por su parte, para el Centro de Asia y el Pacífico para Estudios de Seguridad (Asia Pacific Center for Security Studies, APCSS) de EE UU, la región es más amplia, e incluye países de Asia, aunque no toquen el Pacífico, y la mayoría del cinturón de Oceanía y América que lo tocan: 49 Estados en total.
Así, la génesis de los organismos y mecanismos de integración en la región evidencia que “Washington no solamente ha estado atento a sus desarrollos, sino que ha participado activamente en ellos, frenándolos o impulsándolos, promoviéndolos o sumándose a los mismos”. De ahí que la integración asiática hacia adentro, con base en el fortalecimiento de la identidad regional, no sea una realidad y abra paso al diálogo transpacífico (Barbosa, 2011).
¿Bloques económicos?
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) nació como organización regional de Estados, el 8 de agosto de 1967, integrada por Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas, a la que se suman Vietnam, Laos, Camboya, Brunéi y Birmania. Estos 10 miembros, junto con Japón, Corea del Sur y China, forman la “ASEAN más Tres”, que desde el 2001 pretende la constitución del Área de Libre Comercio de Asia Oriental (East Asia Free Trade Area, EAFTA).
En el 2011, en el marco de la Cumbre de la ASEAN, China y Japón conjuntamente plantearon la necesidad de negociar un acuerdo regional de integración que más tarde se denominó Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (Regional Comprehensive Economic Partnership, RCEP). No obstante, el consenso para el inicio de las negociaciones, que incluyó los 13 miembros de la ASEAN más Tres, a los que se sumó India, Australia y Nueva Zelanda, y que completan los 16 Estados que negocian el RCEP, solo se dio a finales del 2012.
Por su parte, la crisis económica mundial y las presiones de EE UU para consolidar una Asociación Trans-Pacífico (TPP), con exigentes requerimientos de propiedad intelectual y protección de las inversiones, hicieron que China cambiara sus prioridades en la región, aproximándose a ella e impulsando un acuerdo regional, que necesariamente revaluaría su permanente rivalidad con Japón. La propuesta conjunta de chinos y japoneses aceleró tanto la constitución del EAFTA, que intenta configurar ASEAN más Tres y con la que se siente más cómoda China, y la Asociación Económica en Asia Oriental (Comprehensive Economic Partnership in East Asia, CEPEA), que se conoce como “ASEAN 6”, basada en ASEAN más Tres, con India, Australia y Nueva Zelanda, y que privilegia Japón.
Desarrollos paralelos
Las negociaciones de EAFTA y CEPEA han tenido desarrollos paralelos. Por un lado, EAFTA negocia una zona de libre comercio, mientras que CEPEA se centra en un desarrollo institucional y cooperación económica. Estos dos entendimientos complementarios fundamentan la RCEP, que incluye a todos los miembros de ASEAN 6.
El RCEP pretende alcanzar un acuerdo integral y beneficioso para todos sus miembros, lo cual implicaría un compromiso más profundo y, a diferencia de las acostumbradas membresías predeterminadas, RCEP se fundamenta en una adhesión abierta y flexible, que permite a los 16 participar desde el comienzo de las negociaciones o cuando estos se sientan listos, sin perjuicio de que se vinculen socios económicos externos.
Así mismo, permite una consideración más generosa de las necesidades de cada Estado, maximizando los beneficios y reduciendo los costos para las empresas. Compatible con las normas vigentes de la OMC, debe centrarse en reformas estructurales internas que son necesarias para la aplicación de medidas de liberalización. Además, negocia un enfoque simplificado y armonizado de las normas de origen que admite la acumulación y reduce los costos de transacción y de tiempo.
En materia del comercio de servicios y barreras no arancelarias, el RCEP tiene que superar muchas sensibilidades. En todo caso, el sector turismo y el desarrollo de estándares regionales, que simplifiquen y armonicen las licencias y los procedimientos aduaneros y desarrollen enfoques comunes a los métodos de prueba y evaluaciones de conformidad, se constituyen en una posibilidad real para superarlas. En el capítulo de inversión, las negociaciones abarcan los cuatro pilares tradicionales: promoción, protección, facilitación y liberalización.
Se establecieron cuatro grupos de trabajo: propiedad intelectual, competencia, cooperación económica y técnica y solución de diferencias. Esto ha facilitado el avance de las negociaciones, al punto de que la cuarta ronda se dará en China en estos días. Si a finales del 2015 –meta que se impusieron los 16 Estados negociadores– se suscribe el acuerdo, estaremos frente a un bloque comercial que incluirá a más de 3.000 millones de personas (46 % de la población mundial), tendrá un PIB combinado de alrededor de 17 billones de dólares (24 % del PIB mundial) y representará a cerca del 40 % del comercio mundial.
Con el único propósito de configurar a Asia-Pacífico como una región definida, en la que Colombia pretende insertarse, y en la que nuestros socios de la Alianza del Pacífico ya nos están desplazando, trataremos de enmarcarla –con base en la división de la ONU– en el conjunto de países que la conforman: Asia oriental (China, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Mongolia y Taiwán) y el sudeste asiático (Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Timor Oriental y Vietnam) y Oceanía (Australia, Nueva Zelanda y las islas de Nueva Guinea, descartando Melanesia, Micronesia y Polinesia).
Excluimos de manera arbitraria a los países de América, pues con todos ellos ya tenemos acuerdos comerciales e incluimos aquí a India, que haría parte del RCEP, bloque flexible al que, por cierto, nos deberíamos aproximar descartando el riguroso TPP.
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