Anecdotario Político
Anecdotario Político 349
14 de Julio de 2012
Benjamín Ardila Duarte
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Guillermo León Valencia, embajador en España, se refirió, en discurso memorable, a las fértiles tierras de Castilla. El caudillo Francisco Franco le precisó que esas tierras son estériles. Enseguida el payanés le respondió: pero producen inteligencia, conquistadores y gloria.
Ortega y Gasset decía que las minorías políticas casi siempre tienen la razón. Es un concepto reaccionario, pero muchas veces las minorías egregias imponen su voluntad. El caso patético es este: Aulard, al hablar de la Revolución Francesa, dice que, extrañamente, una asamblea monarquista proclamó la República. Nadie se decía republicano en Francia en ese entonces, salvo un inglés, un prusiano y un belga: Thomas Paine, Anacharsis Cloots y Francois Robert.
Repetida es la referencia a los antecedentes a la Batalla de Boyacá: en Socha, el cura párroco Tomás José Romero y el alcalde José Ignacio Sarmiento convocaron a toda la población rural y urbana el 4 de julio para recibir a los libertadores que venían de Casanare: “Cuando todos los vecinos del pueblo y el campo estaban en el templo, con soldados de la División Santander pusieron guardias en todas las puertas y obligaron a los concurrentes a que dejara cada uno lo que les sirviera para no salir totalmente en cueros. A los hombres se les quitó el sombrero, la ruana, la camisa y a los que tenían buenos calzoncillos, los pantalones. A las mujeres los sombreros, las ruanas o las camisas y las alpargatas”. Por ello se dijo siempre que en la Batalla de Boyacá lucharon mujeres o batallaron hombres con ropa de mujer.
A los que no creen que Rafael Núñez entregó el poder al conservatismo en la época de la Regeneración les enviamos este corto discurso del cartagenero: “Señores: yo os pido con encarecimiento, si ello fuere necesario, que cuanta adhesión por mi tengáis y cuanto respeto os merezca, lo trasladéis desde hoy, con todas las veras de vuestras almas, al Vicepresidente electo, señor Caro – la primera ilustración y la primera virtud de Colombia –, que en estos momentos ha debido encargarse, en mi lugar, de la dirección suprema del Gobierno. He dicho”.
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