Anecdotario Político

Benjamín Ardila Duarte

El tema del liderazgo empresarial o académico ya está agotado en estudios serios. Pero el líder político es otra cosa: debe mostrar pensar más allá del corto tiempo, aptitud para las grandes concepciones. Debe tener fe en la juventud para comprender la evolución tecnológica, cultural y social. Los jóvenes captan las mutaciones que ocurren y pueden suplir la experiencia con la imaginación para enfrentar el choque del futuro. Y el líder debe tener el arte de transmitir a las gentes sus puntos de vista hasta hacerlas comulgar en los mismos análisis y conclusiones. El líder debe tener su propio enfoque, redactar su propio proyecto y entregarlo a la opinión como un verdadero quehacer histórico.

El antiguo escritorio del perezoso presidente Abadía Méndez, entre 1926 y 1930, tenía tres cajones: 1. Asuntos que el tiempo resuelve, 2. Asuntos que se resuelven solos y 3. Asuntos que nadie resuelve.

El presidente José Vicente Concha, enemigo de las formas dictatoriales, sabía que ciertas facultades excepcionales de los gobiernos son necesarias, con prudencia, en los Estados libres, después de una época de anarquía. Pero precisaba: “Cuando se pretende que las facultades gubernamentales de excepción no tengan término; cuando se quiere que la dictadura surgida de la ineludible ley de la necesidad no tenga fin, es porque se mira con malos ojos la Carta Constitucional, es porque se busca, con la audacia de César o con la cautela de Augusto la abolición de la República”.

La paternidad responsable de la OEA se la atribuyen muchos. Pero es de Alfonso López Pumarejo, en el Proyecto de marzo de 1938: “Las Repúblicas Americanas, cuya unión moral descansa en la igualdad jurídica de todos los Estados del Nuevo Mundo; en el respeto mutuo de los derechos inherentes a su completa independencia; en una voluntad firme de mantener la paz, no solo entre ellas mismas, sino con todas las demás naciones; en la condenación de la guerra como medio de resolver los conflictos internacionales y de la intervención de un Estado en los asuntos internos o externos de otros; en la repudiación de la paz armada; en el cumplimiento estricto de todos los tratados públicos; han decidido constituir una Asociación de Naciones Americanas”.