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Anecdotario político
11 de Noviembre de 2015
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Benjamín Ardila Duarte |
- Un buen diplomático hace lucir mucho a su patria. Don Santiago Pérez, miembro de la academia colombiana, fue presidente de la República de 1874 a 1876. Y siendo plenipotenciario en Washington, al despedirlo en audiencia oficial el presidente americano Grant, saliéndose del protocolo, le dijo calurosamente: “Id a vuestro país y decid a todos que el gobierno de Colombia, al nombrarlo ministro en Washington, se honró a sí mismo y honró a nuestro gobierno”.
- Mario Laserna solía decir que hasta un mecánico de patio debe tener cultura. Y el diario francés La Croix reafirma: “El desarrollo científico y las necesidades económicas exigen, sin duda, que se conceda cada día una importancia mayor a las ciencias físicas, químicas y biológicas; pero sería grave error el suponer que el progreso de estas ciencias positivas puede ser independiente de la cultura clásica, y se cometería grave falta al dar acceso en los estudios superiores a aquellos candidatos que no justifiquen la debida preparación por medio de esos estudios”.
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Bolívar, casi adolescente, visitó al Papa Pío VII en compañía de diplomáticos españoles. Y anotó: “Muy poco debe estimar el Papa la cruz como signo de la religión cuando la lleva en sus sandalias, mientras los más orgullosos soberanos de la cristiandad colocan la cruz en sus coronas”.
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Del Parlamentarismo Británico habla Chastenet y dice que para poseer un buen régimen parlamentario lo primero que hace falta es haberlo practicado mucho tiempo. También los jardineros de Oxford creen que es bello el césped y que no tiene usted más que labrar, sembrar y luego pasar el rodillo durante 300 años para conservar su hermosura.
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