Anecdotario político
Anecdotario político
22 de Junio de 2016
Reproducir
Nota:
14770
Imagen
Benjamín Ardila Duarte
- Sobre el poder de los cancilleres exitosos decía el estadista Alberto Lleras hace 70 años: Stettinius, norteamericano, tenía más poder que Bismarck o Lord Beaconsfield en la conferencia de Berlín. Más poder aún que Talleyrand como canciller de Napoleón, o que Metternich, como ministro del emperador austríaco. Más poder que el alemán Von Ribbentrop en los días ominosos de Múnich, o que los cancilleres japoneses de todo nuestro tiempo.
- En Colombia, de los trabajos públicos demorados, hay obras interminables o sinfonías inconclusas, como las han llamado. Hay tres muy notorias en el país: la vía a Buenaventura, que estimuló Cabal Pombo hace 90 años y no se termina; el pavimento Duitama-San Gil, hace 80 años, y las calzadas de la carrera séptima de Bogotá a Chía, desde el general Rafael Reyes en 1909. Ojalá se terminen para integrar el espacio económico nacional.
- La Diplomacia Secreta fue, en cierta forma abolida en la ONU, al proponer la delegación colombiana incluir la buena fe en la estructura constitutiva. Laski había dicho que una propuesta de matrimonio debe hacerse en privado, aun cuando el compromiso se discuta luego en público, como en la diplomacia. Pero Story consideró que el éxito de la negociación diplomática depende, muchas veces, de la ignorancia en que se tiene al público sobre su finalidad política y su justificación.
- La política exterior norteamericana se condensa en sonoros eslogan o frases sacramentales: no intervenir en temas europeos, neutralidad beligerante, la diplomacia del dólar, la puerta abierta, el gran garrote, la sonrisa amable, arbitraje y reconocimiento, votos y no tiros, la política del buen vecino, mirar al patio trasero, tener espacio vital y otros similares. Y cada presidente o cada secretario de Estado bautiza su propio proyecto.
Opina, Comenta